Diez mueren al año por causa de rayos

En los últimos seis años, 65 personas han muerto en Panamá como consecuencia de los rayos. Se estima que por cada tormenta que dure una hora, caerán hasta 30 descargas eléctricas.
En el año 2001 murieron 16 personas; 9 fallecieron en 2002; 8 en 2003, 7 en 2004, 8 durante 2005 y, terriblemente, en lo que va del año han desaparecido por descargas eléctricas 17.
Los meteorólogos estiman que para el año 2012, por la variabilidad del clima, aumentará en un 25% la incidencia de rayos en el planeta, por lo que el país necesita con urgencia un sistema que le permita medir la cantidad de descargas eléctricas que caen.
La razón se debe a que como esas áreas son partes planas, el ser humano se convierte entonces en el punto más alto.
Las descargas siempre impactarán la parte más alta de la tierra: un edificio, un árbol, un poste eléctrico o incluso una cerca o un ser humano.
Alvarado informó, por ejemplo, que entre las costas del Pacífico, específicamente entre las costas de Chiriquí, Azuero, Darién y sur de Veraguas se registra una gran actividad eléctrica. Con menor frecuencia en Colón, San Blas, Norte de Veraguas y Bocas del Toro.


El pararrayos es un dispositivo que, colocado en lo alto de un edificio, dirige el rayo a través de un cable hasta la tierra para que no cause desperfectos.
Hay seis tipos de pararrayos: Tipo Flanklin, radiactivo, ión-corona solar, piezoeléctrico, reticulares y jaula de Faraday.
Según las normas tecnológicas de la edificación es necesario la instalación de pararrayos en edificios de más de 43 metros; en lugares en los que se manipulen sustancias tóxicas, radiactivas, explosivas o inflamables; en lugares con un índice de riesgo superior a 27, que se calcula dependiendo de la zona geográfica, materiales de construcción y condiciones del terreno.