El Chorro pierde esplendor

ENTRE herbazales y desperdicios se encuentra El Chorro de La Chorrera, el que años atrás representaba la atracción turística y cultural del pueblo chorrerano.
Hace quince años este era una de los sitios preferidos de las personas para pasar un fin de semana en familia.
Quién no recuerda aquellos paseos a las playas que terminaban en este lugar para quitarse la sal en las cristalinas aguas de El Chorro.
Mariela, una citadina del lugar, rememora lo hermoso y limpio que era el sitio.
"Muchos eran los turistas que visitaban El Chorro, que al pasar del tiempo se ha perdido", señaló.
El descuido de las autoridades y el incremento de basura en el área, han deteriorado el aspecto del famaso sitio, manifestó.
Anteriormente, allí existía una diversidad de animales acuáticos como: nutrias, tortugas, camarones y variedad de peces.
Sin embargo, ahora son los propios residentes del distrito quienes opinan que este lugar se ha convertido en una porquería.
Lo que antes generaba atracción y beneficios para los chorreranos, hoy es historia.
El Chorro está contaminado por los desperdicios que arrojan las distintas porquerizas, instaladas a lo largo de la cuenca del río Caimito.
Además, de la constante basura que arrojan al cauce.
Sin olvidar las aguas servidas que caen cerca de la toma de agua.
Muchos han sido los intentos por limpiar el afluente, pero, a falta del apoyo de las autoridades, han fracasado.
Desde el mes de abril del presente año, la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM) y la Asociación Producción Orgánica y Comercialización Solidaria (PROCOSOL) desarrollan un proyecto para la conservación del río Caimito.
Según Reinaldo Bermúdez, coordinador del proyecto, el plan incluye labores de prevención y educación ambiental.
Indicó que el éxito del programa está en poder sensibilizar, informar y crear conceptos informativos a toda la población chorrerana.
Durante la década del 50, la popularidad de El Chorro trascendió las barreras nacionales, cuando un estudio cinematográfico norteamericano filmó escenas del rodaje de una película en sus inmediaciones.
El Chorro de La Chorrera está ubicado a una hora de la ciudad capital.
Además forma parte de la identidad de un pueblo humilde y luchador.
Tanto así que gracias a él y a otros cauces que tiene el distrito, los colonizadores tomaron la decisión de darle este nombre al pueblo.
La cascada que se forma en el chorro alcanza una altura de 30 metros, además de formar parte del caudal del río Caimito, que nace en el Cerro Trinidad.
Otro de los atractivos de este lugar es la forma en escalinatas que muestran las rocas que bordean el balneario.
La Chorrera se encuentra en la región occidental de la provincia de Panamá. Su extensión territorial es de 675 kilómetros cuadrados con una población de más de cien mil (100, 000) habitantes.
Tiene 18 corregimientos: Barrio Balboa, Barrio Colón, Amador, Arosemena, El Arado, El Coco, Feuillet, Guadalupe, Herrera, Hurtado, Iturralde, La Represa, Los Díaz, Mendoza, Obaldía, Playa Leona, Puerto Caimito y Santa Rita.
En un primer intentó Panamá América trató de conocer la versión del alcalde del distrito, Luis Guerra, pero fue infructuoso.
Posteriormente, se llamó al celular de Guerra y éste pidió que se le devolviera la llamada pues conducía; sin embargo, no contestó, aunque se le dejó mensajes.
Al parecer, algunas autoridades locales no quieren hacerle frente a los problemas que abaten a sus comunidades.

• Famoso de igual manera por la leyenda de las tres piedras grandes de El Chorro que, según los abuelos, es el cuerpo de un ambicioso hombre que un Viernes Santo se dirigió al río y entre el remolino que forma la cascada al caer, se le apareció una hermosa doncella.

• En una mano le ofrecía una peineta y en la otra, una totuma llena de oro. Ella le preguntó: ¿cuál quería? , y el hombre escogió la de oro, y por eso quedó convertido en piedra. En las página del libro Leyendas y Tradiciones de Luisita Aguilera Patiño reposa esa narración.