El terror de los malapagas
Publicado 2004/05/26 23:00:00
- Yariela I. González y Joel González
Si usted es una persona que mantiene cuentas morosas, esté pendiente porque puede ser que toquen a la puerta de su casa, lo visiten en su trabajo o publiquen su nombre en los periódicos para notificarle que debe cancelar su deuda o de lo contrario se procederá a hacer un cobro judicial.
Hay empresas en Panamá que se las ingenian para cobrar deudas "incobrables". Poco a poco se han convertido en el terror de los malapagas porque persiguen a los deudores hasta acabar con sus nervios y obligarlos a pagar.
El procedimiento tiene diversos mecanismos de presión. Lo primero es enviarle una nota al malapaga para informarle que está pendiente un cobro judicial en su contra, por un compromiso adquirido. Se le hace saber que para evitar mayores trastornos deberá acudir a sus oficinas en el transcurso de dos días para hacer un arreglo extrajudicial.
Si este primer intento no funciona, la empresa, que se identifica como "especialistas en morosos", procede a citar a la persona a través de los medios de comunicación social. En un anuncio publicitario de los periódicos locales se coloca una lista de personas, su número de cédula y una frase que dice "se busca por cuenta pendiente", algo que para muchos cobradores rinde sus resultados, porque nadie quiere estar expuesto a que todo el mundo se entere que es un "malapaga".
Además de todos estos métodos persuasivos, también se recurren al teléfono. Constantemente se le llama al moroso para recordarle que debe pagar lo que debe.
No obstante, si aún con esta publicación el moroso o morosa insisten en su decisión de no cumplir con el compromiso adquirido, la empresa cobradora procede a presentar la correspondiente acción judicial, sin ninguna contemplación.
Las agencias de cobros locales tienen diferentes formas de cobrar cuentas pendientes a los morosos.
Para ellas lo importante primero es localizar al "mala paga", ya que en ocasiones este intenta evadir su responsabilidad.
Cabe señalar, que un instrumento indispensable en esta búsqueda es el directorio telefónico. No obstante, en muchas ocasiones sucede que la persona cambia su número telefónico o incluso su residencia y se hace difícil su ubicación.
En estos casos, se buscan expedientes donde el consumidor haya suministrado referencias personales y datos sobre su residencia o lugar de trabajo, y se procede a llamar a estas personas para dar con el paradero del individuo solicitado.
Otras formas de ubicar a los morosos es por medio del Seguro Social, ya que puede esta trabajando, al igual por apartado postal.
Hay muchas técnicas que utilizan los cobradores. Nuestra entrevistada indicó que en lo personal, no dice el motivo real por el cual busca a un deudor, ya que siempre los familiares o amistades negarán su ubicación.
"Por lo general le digo a los parientes o a sus conocidos que tengo que entregarle un documento urgente o para hablarles sobre un trabajo", expresó la fuente.
En algunos casos, agregó, se rehúsan a pagar y aducen que "por deuda no hay cárcel". Sin embargo, en un futuro, estas personas pueden necesitar un préstamo y no se les otorgará debido a que tendrán malas referencias de crédito.
Las agencias de cobros tratan de llegar a un acuerdo con los clientes mediante el diálogo. "Hay quienes adquieren compromisos y quedan muy apretados en sus economías", explicó.
Las técnicas de presión contra los deudores se han convertido en una práctica muy común en Sudamérica. En Argentina, por ejemplo, las empresas especializadas en cobros recorrer el barrio de los morosos con altoparlantes pidiéndoles que cumplan con sus obligaciones. También se apela a llamar por teléfono a sus vecinos para decirles que le avisen a los deudores que si no pagan serán sometidos a juicio.
Hay empresas en Panamá que se las ingenian para cobrar deudas "incobrables". Poco a poco se han convertido en el terror de los malapagas porque persiguen a los deudores hasta acabar con sus nervios y obligarlos a pagar.
El procedimiento tiene diversos mecanismos de presión. Lo primero es enviarle una nota al malapaga para informarle que está pendiente un cobro judicial en su contra, por un compromiso adquirido. Se le hace saber que para evitar mayores trastornos deberá acudir a sus oficinas en el transcurso de dos días para hacer un arreglo extrajudicial.
Si este primer intento no funciona, la empresa, que se identifica como "especialistas en morosos", procede a citar a la persona a través de los medios de comunicación social. En un anuncio publicitario de los periódicos locales se coloca una lista de personas, su número de cédula y una frase que dice "se busca por cuenta pendiente", algo que para muchos cobradores rinde sus resultados, porque nadie quiere estar expuesto a que todo el mundo se entere que es un "malapaga".
Además de todos estos métodos persuasivos, también se recurren al teléfono. Constantemente se le llama al moroso para recordarle que debe pagar lo que debe.
No obstante, si aún con esta publicación el moroso o morosa insisten en su decisión de no cumplir con el compromiso adquirido, la empresa cobradora procede a presentar la correspondiente acción judicial, sin ninguna contemplación.
Las agencias de cobros locales tienen diferentes formas de cobrar cuentas pendientes a los morosos.
Para ellas lo importante primero es localizar al "mala paga", ya que en ocasiones este intenta evadir su responsabilidad.
Cabe señalar, que un instrumento indispensable en esta búsqueda es el directorio telefónico. No obstante, en muchas ocasiones sucede que la persona cambia su número telefónico o incluso su residencia y se hace difícil su ubicación.
En estos casos, se buscan expedientes donde el consumidor haya suministrado referencias personales y datos sobre su residencia o lugar de trabajo, y se procede a llamar a estas personas para dar con el paradero del individuo solicitado.
Otras formas de ubicar a los morosos es por medio del Seguro Social, ya que puede esta trabajando, al igual por apartado postal.
Hay muchas técnicas que utilizan los cobradores. Nuestra entrevistada indicó que en lo personal, no dice el motivo real por el cual busca a un deudor, ya que siempre los familiares o amistades negarán su ubicación.
"Por lo general le digo a los parientes o a sus conocidos que tengo que entregarle un documento urgente o para hablarles sobre un trabajo", expresó la fuente.
En algunos casos, agregó, se rehúsan a pagar y aducen que "por deuda no hay cárcel". Sin embargo, en un futuro, estas personas pueden necesitar un préstamo y no se les otorgará debido a que tendrán malas referencias de crédito.
Las agencias de cobros tratan de llegar a un acuerdo con los clientes mediante el diálogo. "Hay quienes adquieren compromisos y quedan muy apretados en sus economías", explicó.
Las técnicas de presión contra los deudores se han convertido en una práctica muy común en Sudamérica. En Argentina, por ejemplo, las empresas especializadas en cobros recorrer el barrio de los morosos con altoparlantes pidiéndoles que cumplan con sus obligaciones. También se apela a llamar por teléfono a sus vecinos para decirles que le avisen a los deudores que si no pagan serán sometidos a juicio.
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