Kamikazes atacarán a tropas aliadas
Publicado 2003/03/31 00:00:00
- Bagdad y Washington
El Gobierno iraquí instó a sus conciudadanos a cometer nuevos atentados.
Al tiempo que grupos radicales islámicos envían "kamikazes" a Irak, las "nerviosas" tropas aliadas extreman la seguridad con la población civil para evitar nuevos atentados terroristas en su contra. En un comunicado recibido ayer por la AFP, el brazo armado del movimiento radical palestino Yihad Islámica, afirmó que envió kamikazes a Irak.
En Irak, después del ataque suicida del sábado que costó la vida de cuatro soldados norteamericanos, el portavoz del ejército iraquí, el general Hazem Al Rawi, afirmó que voluntarios cometerán nuevos atentados de este tipo contra las fuerzas de la coalición.
Por su parte, Sadam Hussein decidió recompensar con el grado de coronel al autor del ataque suicida, un suboficial iraquí, según la televisión. Mientras que las nerviosas tropas estadounidenses, preocupadas por los ataques terroristas emprendidos por iraquíes vestidos de civil, advirtieron a los conductores que se les acercaban que serían muertos a tiros si no abandonaban el área.
Luego de combates encarnizados, tropas de la coalición rodearon la ciudad sagrada chiíta de Nayaf, en el centro de Irak, y estaban listas para sacar, si recibían la orden, a los paramilitares cuya resistencia ha detenido el avance estadounidense hacia Bagdad.
Las fuerzas estadounidenses han clausurado todos los caminos en la región al norte de Nayaf, localidad a 160 kilómetros al sur de Bagdad, y cualquier conductor que se aproxima a un retén militar será atacado a tiros si no da la vuelta luego de recibir esa orden, dijo el teniente coronel Scott Rutter, comandante del II Batallón del VII Regimiento.
"Es una dimensión completamente nueva. Es muy difícil distinguir a civiles de posibles combatientes"", dijo Rutter. El propósito de la nueva medida estricta es prevenir ataques como el ocurrido el sábado, cuando un taxi estalló en un retén en Nayaf.
Un letrero en árabe advierte a los conductores: "Abandone el área o dispararemos. Los soldados gritarán una última advertencia al carro que no haga caso del letrero y entonces abrirán fuego".
Mientras que Bagdad y su periferia fueron sometidas ayer nuevamente a violentos bombardeos durante el undécimo día de la guerra en Irak y cuatro soldados de la coalición murieron en distintos incidentes.
Tres soldados estadounidenses murieron y uno resultó herido en un accidente de helicóptero en el sur de Irak, indicó ayer el Pentágono. Además, los combates en el sur del país dejaron ayer un británico muerto cerca de Basora y "varios" heridos, según el ministerio británico de Defensa.
En tanto, un soldado británico que se salvó del "fuego amigo" que un avión estadounidense disparó contra él y sus compañeros, cerca de Basora, dejando un muerto y cuatro heridos, criticó duramente al piloto, al "cowboy" que al parecer no salió a combatir sino "de fiesta".
El cabo Steven Gerrard dijo que "había un niño de unos 12 años. No estaba ni a 20 metros cuando el yanqui abrió fuego. Estaban todos esos civiles alrededor. No tenía ningún respeto por la vida humana. Pienso que se trataba de un cowboy", exclamó.
(más en especiales)
En Irak, después del ataque suicida del sábado que costó la vida de cuatro soldados norteamericanos, el portavoz del ejército iraquí, el general Hazem Al Rawi, afirmó que voluntarios cometerán nuevos atentados de este tipo contra las fuerzas de la coalición.
Por su parte, Sadam Hussein decidió recompensar con el grado de coronel al autor del ataque suicida, un suboficial iraquí, según la televisión. Mientras que las nerviosas tropas estadounidenses, preocupadas por los ataques terroristas emprendidos por iraquíes vestidos de civil, advirtieron a los conductores que se les acercaban que serían muertos a tiros si no abandonaban el área.
Luego de combates encarnizados, tropas de la coalición rodearon la ciudad sagrada chiíta de Nayaf, en el centro de Irak, y estaban listas para sacar, si recibían la orden, a los paramilitares cuya resistencia ha detenido el avance estadounidense hacia Bagdad.
Las fuerzas estadounidenses han clausurado todos los caminos en la región al norte de Nayaf, localidad a 160 kilómetros al sur de Bagdad, y cualquier conductor que se aproxima a un retén militar será atacado a tiros si no da la vuelta luego de recibir esa orden, dijo el teniente coronel Scott Rutter, comandante del II Batallón del VII Regimiento.
"Es una dimensión completamente nueva. Es muy difícil distinguir a civiles de posibles combatientes"", dijo Rutter. El propósito de la nueva medida estricta es prevenir ataques como el ocurrido el sábado, cuando un taxi estalló en un retén en Nayaf.
Un letrero en árabe advierte a los conductores: "Abandone el área o dispararemos. Los soldados gritarán una última advertencia al carro que no haga caso del letrero y entonces abrirán fuego".
Mientras que Bagdad y su periferia fueron sometidas ayer nuevamente a violentos bombardeos durante el undécimo día de la guerra en Irak y cuatro soldados de la coalición murieron en distintos incidentes.
Tres soldados estadounidenses murieron y uno resultó herido en un accidente de helicóptero en el sur de Irak, indicó ayer el Pentágono. Además, los combates en el sur del país dejaron ayer un británico muerto cerca de Basora y "varios" heridos, según el ministerio británico de Defensa.
En tanto, un soldado británico que se salvó del "fuego amigo" que un avión estadounidense disparó contra él y sus compañeros, cerca de Basora, dejando un muerto y cuatro heridos, criticó duramente al piloto, al "cowboy" que al parecer no salió a combatir sino "de fiesta".
El cabo Steven Gerrard dijo que "había un niño de unos 12 años. No estaba ni a 20 metros cuando el yanqui abrió fuego. Estaban todos esos civiles alrededor. No tenía ningún respeto por la vida humana. Pienso que se trataba de un cowboy", exclamó.
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