La "mano de Dios" resguardó a obrero
Publicado 2007/06/13 23:00:00
- Ohigginis Arcia
El joven de 27 años sobrevivió al caer del piso 42 de una construcción en la vía Israel. Le fue amputada una pierna.
LAS posibilidades del obrero José Miguel Araúz de sobrevivir después de caer del piso 42 de una construcción eran de una en un millón.Su madre, Maritza Araúz, lo sabe y dice que sólo la mano de Dios pudo haber cargado a "Gordo", como lo llaman, durante su caída desde semejante altura.
Mientras que el profesor del Laboratorio de Física de la Universidad de Panamá (UP), Alfonso Pino Grael, emitió algunas consideraciones científicas.
Señaló que el cuerpo extendido del joven de 27 años al caer y el soporte de la lona del camión, disminuyeron los riesgos del impacto.
Muy asombrado por tal hecho, el profesor describe que la altura de la que cayó el obrero supera al puente de Las Américas, ya que desde este paso vehicular hasta el mar hay aproximadamente 118 metros, mientras que los 42 pisos suman 126 metros.
"El constructor venía a una velocidad de 180 kilómetros por hora", resalta el científico.
Pero, los resultados no dejan de sorprender, ya que luego de varias operaciones matemáticas Pino Grael deduce que la energía que produciría el impacto del joven con el suelo, es similar al impacto de un automóvil sedan que venga a 60 kilómetros por hora, contra una persona.
"Gordo" es sin duda un hombre afortunado. A las 10: 45 a.m., es decir, cinco minutos antes de que aconteciera el accidente, llegó a las inmediaciones de la construcción un camión cargado de cemento. Este vehículo lo apañó y evitó que impactara con el piso.
Todas estas circunstancias fortuitas, la madre de José Miguel Araúz las atribuye al Cristo de Esquipulas de Antón, del que su hijo es devoto.
"Mi hijo tiene una postal del Cristo de Esquipulas debajo de su almohada", contó ayer la señora Maritza a Panamá América en el Hospital Paitilla, mientras le practicaban una operación a José Miguel en el brazo.
Ese 8 de junio el joven se levantó para asistir al proyecto. Amaneció lloviendo, pero a pesar de eso decidió ir a su trabajo cubierto con un paraguas que le prestó su mamá.
Narra la señora Maritza que las últimas palabras que dijo a su hijo antes de que saliera por la puerta de su casa en Villas del Rey, Panamá Viejo, fueron: "Ve con Dios".
"Ese mismo día cumplía un año en el proyecto y el próximo 30 de junio celebrará sus 28 años", acotó la señora con voz entrecortada.
Uno de los trabajadores que presenció el hecho fue el ingeniero, Reynaldo Barría, quien sostuvo que mientras hablaba por su celular vio el cuerpo cayendo.
Barría solicitó la presencia del camión en ese sitio específico para descargar el cemento, aunque por lo general lo hacen en otro punto.
A José Miguel le amputaron la pierna; sin embargo, su madre es optimista y cree que su hijo saldrá adelante.
Mientras que el profesor del Laboratorio de Física de la Universidad de Panamá (UP), Alfonso Pino Grael, emitió algunas consideraciones científicas.
Señaló que el cuerpo extendido del joven de 27 años al caer y el soporte de la lona del camión, disminuyeron los riesgos del impacto.
Muy asombrado por tal hecho, el profesor describe que la altura de la que cayó el obrero supera al puente de Las Américas, ya que desde este paso vehicular hasta el mar hay aproximadamente 118 metros, mientras que los 42 pisos suman 126 metros.
"El constructor venía a una velocidad de 180 kilómetros por hora", resalta el científico.
Pero, los resultados no dejan de sorprender, ya que luego de varias operaciones matemáticas Pino Grael deduce que la energía que produciría el impacto del joven con el suelo, es similar al impacto de un automóvil sedan que venga a 60 kilómetros por hora, contra una persona.
"Gordo" es sin duda un hombre afortunado. A las 10: 45 a.m., es decir, cinco minutos antes de que aconteciera el accidente, llegó a las inmediaciones de la construcción un camión cargado de cemento. Este vehículo lo apañó y evitó que impactara con el piso.
Todas estas circunstancias fortuitas, la madre de José Miguel Araúz las atribuye al Cristo de Esquipulas de Antón, del que su hijo es devoto.
"Mi hijo tiene una postal del Cristo de Esquipulas debajo de su almohada", contó ayer la señora Maritza a Panamá América en el Hospital Paitilla, mientras le practicaban una operación a José Miguel en el brazo.
Ese 8 de junio el joven se levantó para asistir al proyecto. Amaneció lloviendo, pero a pesar de eso decidió ir a su trabajo cubierto con un paraguas que le prestó su mamá.
Narra la señora Maritza que las últimas palabras que dijo a su hijo antes de que saliera por la puerta de su casa en Villas del Rey, Panamá Viejo, fueron: "Ve con Dios".
"Ese mismo día cumplía un año en el proyecto y el próximo 30 de junio celebrará sus 28 años", acotó la señora con voz entrecortada.
Uno de los trabajadores que presenció el hecho fue el ingeniero, Reynaldo Barría, quien sostuvo que mientras hablaba por su celular vio el cuerpo cayendo.
Barría solicitó la presencia del camión en ese sitio específico para descargar el cemento, aunque por lo general lo hacen en otro punto.
A José Miguel le amputaron la pierna; sin embargo, su madre es optimista y cree que su hijo saldrá adelante.
El caso de José Miguel Araúz motivó la protesta de sus compañeros, quienes por varios días cerraron la calle para exigir que se mejoren las medidas de seguridad en las construcciones.
Hoy dirigentes del SUNTRACS deben reunirse con la defensora del pueblo, Mónica Pérez para hablar sobre seguridad.
La reunión está pactada para las 10:00 a.m.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.