Mujer panameña tiene historia escrita en el Canal
Publicado 2000/03/14 00:00:00
- Italia/
Actividades como el manejo de grúas, operación de tractores y retroexcavadoras de alta capacidad que involucran grandes esfuerzo físicos y que en un pasado fueron realizadas únicamente por hombres, están hoy a cargo de personal femenino también, señaló un boletín informativo de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP).
La información expresa que estas mujeres han tenido que dejar a un lado la vanidad y colocarse gruesos guantes, fuertes botas, cascos permanentes, lentes, orejeras y tapones especiales para protegerse de los altos niveles de ruido y poder halar los cables.
Indica que estas féminas que laboran para la ACP, tienen que aprender a controlar el vértigo y el miedo a las altura para el caso de aquéllas que laboran en grúas; también han de mostrar destreza, disciplina, autocontrol, capacidad de manejar los espacios y volúmenes, y no necesariamente tener fuerza física.
Ana María P. De Chiquilani, única mujer que forma parte del equipo de alta gerencia del Canal de Panamá como directora de Recursos Humanos, definió a la mujer canalera como trabajadora incansable en cuyas cualidades se destaca la determinación, ya que asume sus responsabilidades por la consecuencia de sus decisiones y nunca se cansa ante los problemas que encuentra.
Según la nota, una de estas mujeres es Ana María Ruiz, quién labora en las locomotoras de la Esclusas de Pedro Miguel desde 1978, hace un poco más de 21 años.
Por su parte Tilcia R Mc Taggart, gerente de División de Igualdad de Oportunidades, empezó en el Canal en 1980 como electricista y consideró que los puestos más difíciles son los no tradicionales, ya que la mujer trabaja en un sistema complejo que le exige un nivel universitario bastante alto.
Sostuvo que para ingresar a la antigua Comisión tuvo que competir con más de 15 mil aspirantes, ganando una de las 88 plazas disponibles.
Expresó de que a pesar de que era algo nuevo debido a que nunca había trabajado con herramientas le fue bien.
Otra experiencia es el la de Guadalupe Solís, inspectora de mantenimiento de las Esclusas de Gatún, quien considera maravilloso conocer las estructuras y maquinarias del Canal.
Para Solís, ello no es obstáculo para ejercer su papel de buena madre "porque hay que saber dividir el tiempo".
Manifiesta que las prioridades de la mujer de hoy es mejorarse profesionalmente, ser competente y ejercer su profesión, desempeñando otras actividades que son exigidas por la sociedad.
Para la trabajadora, el hecho de que la mujer contribuya al igual que el hombre con el mejoramiento y sostén del hogar, ello no significa que han abandonado sus responsabilidades.
El boletín destacó que el apoyo que han recibido estas mujeres ha sido muy solidario. lográndose tanto hombres como mujeres una buena experiencia.
En tal sentido, la ingeniera Ruiz dijo que los hombres de hoy han de ser de mente muy amplia, abandonar las actitudes machistas y aceptar que las mujeres merecen tener los mismos derechos y oportunidades que ellos.
Insistió en que el hombre debe darle a la mujer la oportunidad de estar al frente en igualdad de condiciones para realizar la tarea de crear un país y un mundo mejor, tanto para ella y para sus familias donde impere el respeto, la equidad y la justicia.
La nota de la ACP ilustra que la historia de la mujer del Canal empieza antes de 1904 cuando miles de ellas participaron en su construcción, calculándose que 300 mujeres ejercieron labores de telegrafistas, entre 200 y 300 de lavanderas, otras como enfermeras, auxiliares, costureras, porteras, en labores domésticas, vendedoras artesanales, entre otras.
Esa realidad ha variado mucho en la actualidad y la mujer a empezado ha jugar un papel más protagónico en el engranaje canalero, producto quizás de las múltiples capacitaciones y actualizaciones en temas de salud y balance positivos de responsabilidades profesionales, familiares y personales, que brinda la institución.
La información expresa que estas mujeres han tenido que dejar a un lado la vanidad y colocarse gruesos guantes, fuertes botas, cascos permanentes, lentes, orejeras y tapones especiales para protegerse de los altos niveles de ruido y poder halar los cables.
Indica que estas féminas que laboran para la ACP, tienen que aprender a controlar el vértigo y el miedo a las altura para el caso de aquéllas que laboran en grúas; también han de mostrar destreza, disciplina, autocontrol, capacidad de manejar los espacios y volúmenes, y no necesariamente tener fuerza física.
Ana María P. De Chiquilani, única mujer que forma parte del equipo de alta gerencia del Canal de Panamá como directora de Recursos Humanos, definió a la mujer canalera como trabajadora incansable en cuyas cualidades se destaca la determinación, ya que asume sus responsabilidades por la consecuencia de sus decisiones y nunca se cansa ante los problemas que encuentra.
Según la nota, una de estas mujeres es Ana María Ruiz, quién labora en las locomotoras de la Esclusas de Pedro Miguel desde 1978, hace un poco más de 21 años.
Por su parte Tilcia R Mc Taggart, gerente de División de Igualdad de Oportunidades, empezó en el Canal en 1980 como electricista y consideró que los puestos más difíciles son los no tradicionales, ya que la mujer trabaja en un sistema complejo que le exige un nivel universitario bastante alto.
Sostuvo que para ingresar a la antigua Comisión tuvo que competir con más de 15 mil aspirantes, ganando una de las 88 plazas disponibles.
Expresó de que a pesar de que era algo nuevo debido a que nunca había trabajado con herramientas le fue bien.
Otra experiencia es el la de Guadalupe Solís, inspectora de mantenimiento de las Esclusas de Gatún, quien considera maravilloso conocer las estructuras y maquinarias del Canal.
Para Solís, ello no es obstáculo para ejercer su papel de buena madre "porque hay que saber dividir el tiempo".
Manifiesta que las prioridades de la mujer de hoy es mejorarse profesionalmente, ser competente y ejercer su profesión, desempeñando otras actividades que son exigidas por la sociedad.
Para la trabajadora, el hecho de que la mujer contribuya al igual que el hombre con el mejoramiento y sostén del hogar, ello no significa que han abandonado sus responsabilidades.
El boletín destacó que el apoyo que han recibido estas mujeres ha sido muy solidario. lográndose tanto hombres como mujeres una buena experiencia.
En tal sentido, la ingeniera Ruiz dijo que los hombres de hoy han de ser de mente muy amplia, abandonar las actitudes machistas y aceptar que las mujeres merecen tener los mismos derechos y oportunidades que ellos.
Insistió en que el hombre debe darle a la mujer la oportunidad de estar al frente en igualdad de condiciones para realizar la tarea de crear un país y un mundo mejor, tanto para ella y para sus familias donde impere el respeto, la equidad y la justicia.
La nota de la ACP ilustra que la historia de la mujer del Canal empieza antes de 1904 cuando miles de ellas participaron en su construcción, calculándose que 300 mujeres ejercieron labores de telegrafistas, entre 200 y 300 de lavanderas, otras como enfermeras, auxiliares, costureras, porteras, en labores domésticas, vendedoras artesanales, entre otras.
Esa realidad ha variado mucho en la actualidad y la mujer a empezado ha jugar un papel más protagónico en el engranaje canalero, producto quizás de las múltiples capacitaciones y actualizaciones en temas de salud y balance positivos de responsabilidades profesionales, familiares y personales, que brinda la institución.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.