Philippe Lefevre: Un inglés que ha ayudado a Ucrania
- Francisco Paz
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Este ciudadano cuenta como fue su primer viaja a tierras ucranianas, lo que encontró cuando llegó y la enseñanza que ha marcado en su joven vida.
Philippe Lefevre es un inglés que, motivado por amistades que tiene en la zona de conflicto, emprendió una ayuda humanitaria a Ucrania, país al que ha viajado dos veces.
El primer viaje fue hace un año, en la época navideña, para el cual se preparó con ayuda de su padre y su amiga, Alina Potemska.
Recolectó algo más de 9 mil dólares y en un vehículo Ford Ranger emprendió la travesía, vía terrestre, con ayuda de personal de las Naciones Unidas (ONU), que fueron de gran ayuda en su misión.
Philippe nunca había manejado un vehículo 4x4 en su vida y menos en esa parte de Europa, con una carretera en mal estado.
Fue en la frontera con Hungría donde tuvo su primer obstáculo, ya que le negaron el acceso a entrar, a pesar de que tenía todos sus papeles en regla. Esta situación atrasó su viaje, aunque finalmente llegó.
Su plan era pasar la Navidad con los ucranianos, pero la estadía se extendió por tres semanas.
"Me recibieron con mucho cariño y de ese viaje recibí muchos regalos y mensajes lindos", relató.'
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viajes ha realizado Philippe Lefevre a Ucrania y planea un tercero para inicios de 2026.2026
En el año entrante, planea realizar un tercer viaje en el mes de febrero.
En esta parte del relato, es interesante conocer que aquel que iba a entregar ayuda, terminó recibió obsequios por su altruismo.
Philippe entregó artículos para acampar, medicamentos, juguetes e implementos para la nieve y soportar las bajas temperaturas. Su madre teje y confeccionó muñecos que entregó a los niños ucranianos.
Al inglés le sorprendió la capacidad de los habitantes de Ucrania para tener una actitud positiva, a pesar de la guerra.
"Incluso, a los desafíos más difíciles; me pareció muy especial", declaró.
También, le impactó el rol que ha ejercido la iglesia que ha ofrecido sus instalaciones para que las personas se reúnan, refugien y se congreguen.
Tuvo la oportunidad de convivir con personas de otros países que están en Ucrania, lo que lo emocionó. "En el monumento de los héroes caídos, hay banderas de muchos países", describió.
Durante su estadía, no presenció ataques bélicos, pero si observó los efectos de los mismos y las secuelas que han dejado, destacando que la mayor destrucción se observa en la frontera con Rusia, que es el objetivo del ejército agresor, en una guerra que lleva más de tres años.
Un carro fuerte
El vehículo todo terreno que Philippe entregó en Kiev fue manejado por un amigo suyo que sobrevivió a un atentado, a bordo de este.
Comentó que su amigo agradeció tanto al carro, al que catalogó como su salvador, que hasta se lo tatuó en una de sus piernas.
Cuando Philippe regresó a su país, luego del primer viaje, se percató del contraste que es vivir en un lugar en guerra con otro en que no hay conflicto.
Esta sensación la experimentó en Cracovia, Polonia. "Tuve el shock de que muchas personas vivían su vida cotidiana, lo que me hizo comprender la crueldad de la guerra", dijo.
A este experto en seguridad, que estuvo hace unos años en Panamá, brindando seminarios, el hecho de hacer algo honesto y auténtico como la acción loable que emprendió, marcó la diferencia, por pequeña que sea.
Su segundo viaje lo realizó en febrero y fue más llevadero, ya que tenía la experiencia del primero.
Recorrió otros lugares y conversó con autoridades locales para coordinar futuras ayudas humanitarias.
Igual, le gustó que la actividad comercial en Ucrania sigue pujante, a pesar de la situación. Tiene pensado realizar un tercer viaje para febrero de 2026.
"Soy realista, hice dos viajes muy cortos. Esto no inclinará la balanza a favor de Ucrania, pero me gusta pensar que mi solidaridad y el tiempo que he pasado, llevará esperanza, ayudará al país y hará que una persona se sienta más fuerte", concluyó.

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