Piloto: "Nos falló el motor..."
- REDACCIÓN
La histeria se apoderó de los que presenciaron la tragedia en la concurrida avenida central. Muchos huían de la bola de fuego que provocó la explosión. Otros ayudaron en las labores de socorro.
La histeria se apoderó de los que presenciaron la tragedia en la concurrida avenida central. Muchos huían de la bola de fuego que provocó la explosión.
“Nos falló el motor... nos falló el motor", fueron las últimas palabras que manifestó el capitán del Servicio Aéreo Nacional (SAN), Juan Delgado Pinzón, a un hombre que intentó salvarlo cuando cayó al pavimento, tras chocar el helicóptero que pilotaba contra el almacén Banana Price, en Calidonia.
Edward era ese hombre que estaba almorzando cuando salió a socorrer a las víctimas. “¿Dónde está mi compañero, dónde está mi compañero?", expresaba el piloto Delgado Pinzón, nos narró Edward, quien lo llevó, junto a otras personas, a una iglesia cercana al lugar, y después fue trasladado al Hospital Santo Tomás, donde minutos más tarde muere.
Un héroe. “Ese piloto es un héroe”, dijo una señora consternada, quien contó cómo se conmovió al divisar a Juan Delgado Pinzón, quien realizó maniobras para evitar chocar contra el Hotel Caribe, el almacén El Machetazo y no caer sobre los estacionamientos de Créditos Mundiales, para evitar más víctimas fatales.
Las puertas del aparato estaban abiertas y, según las personas que presenciaron el hecho, algunos tripulantes querían saltar, pero la aeronave empezó a girar desestabilizada. “Hasta pateaban las ventanas para salir en la desesperación”, describió un guardia de seguridad. Él encontró el armazón de una de las ventanas en los estacionamientos de El Machetazo.
Ayuda espiritual. El padre Mauricio Catedral, de la Basílica Menor Don Bosco, acudió al lugar. Tuvieron que ayudarlo para cruzar la barrera policial. Su interés era darle asistencia espiritual a algún agonizante.
Un oficial de la Policía lo atajó y le dijo con cara triste: “No hay nada que hacer, padre; los que quedan están muertos. Los otros están en el hospital”.
Taxista. Arsenio Lastra, un taxista que llevaba una carrera hacia la Terminal de Albrook, salvó su vida milagrosamente, luego que restos de hierros y concreto cayeron sobre su vehículo. "Sólo vi una gran bola de fuego que caía sobre mi carro, destrozó los vidrios, abrí la puerta y salí corriendo. He perdido mi auto, porque quedó debajo de una serie de escombros y luego los bomberos le echaron agua para evitar que se incendiara".
Cambio de vuelo. Se había establecido un recorrido original entre Tocumen-Colón-Hotel Miramar en la avenida Balboa, pero hubo un cambio en el aterrizaje en el Miramar para dirigirse al aeropuerto de Albrook a solicitud de los mismos pasajeros, explicó el director del Servicio Aéreo Nacional (SAN), Rigoberto Gordón.
“Alguien los iba a recoger en el aeropuerto de Albrook y cambió el plan del vuelo hacia esta área”, destacó Gordón.
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