Relleno sanitario de Cerro Patacón adopta plan descontaminante
En julio de 2004, bajo la gestión del exministro de Salud Fernando Gracia, el Ejecutivo firmó el Decreto 275, que creó las normas sanitarias de operación para el tratamiento de los desechos en los rellenos sanitarios.
Relleno sanitario de Cerro Patacón adopta plan descontaminante
En julio de 2004, bajo la gestión del exministro de Salud Fernando Gracia, el Ejecutivo firmó el Decreto 275, que creó las normas sanitarias de operación para el tratamiento de los desechos en los rellenos sanitarios.
Diez años después, Urbalia S.A., responsable de la explotación del relleno de Cerro Patacón - desde 2011- se propone completar las exigencias establecidas por el Ministerio de Salud (Minsa) en el decreto, por medio de una planta de tratamiento de líquidos lixiviados, desechos hospitalarios y de la emisión de bonos de carbono. “Con esta inversión que supera los nueve millones de dólares se cumple con la disposición final de los desechos provenientes de Panamá y San Miguelito, y su impacto en el ambiente”, contó Juan Camilo Álvarez, administrador de Urbalia.
Con la puesta en marcha de la planta de lixiviados - líquido contaminante filtrado de los sólidos y de la descomposición del material orgánico -, la empresa se propone tratar 3 metros cúbicos de lixiviados, equivalentes a 8-10 litros por segundo de agua contaminada que, según datos proporcionados por la Autoridad Nacional del Ambiente (Anam), terminaban en los afluentes cercanos al relleno. La planta opera desde inicios del mes de abril.
En el relleno sanitario se reciben a diario 2,200 toneladas de basura, de las cuales 12 toneladas en promedio corresponden a desechos hospitalarios procedentes de los centros de atención de salud pública y privada. Desde la apertura del relleno, el material hospitalario se coloca en fosas, a falta de un incinerador.
Para atender esta parte del proceso, Urbalia está a la espera de que el Minsa defina la puesta en operación del horno incinerador de los desechos hospitalarios, con capacidad para 400 kilos por hora. También está pendiente que se defina el cobro de la tasa por tonelada de los desechos que ingresen al relleno para el manejo apropiado a través del incinerador.
Según Fausto Galeano, director de operaciones del incinerador, la planta está calibrada y lista para arrancar con las quemas en un horario de 24 horas, seis días a la semana. Sobre la emisión de humo procedente del incinerador, Galeanó negó que incida en el ambiente porque los restos pasan por 72 filtros mangas de 2 metros de altura que se encargan de purificar el residuo hospitalario.
Otro de los componentes pendientes es la planta de quema de dióxido de carbono - que es el gas procedente de las tres etapas del relleno donde se vierten los desechos. “Con el incendio del año pasado, los pozos de colección de los gases sufrieron daños y será un tema que esperamos subsanar en el segundo semestre de este año”, dijo Álvarez.
El proceso que había iniciado en enero de 2013 permitía a Urbalia producir energía, y al Estado, certificados de emisión de gases de carbono.