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Testigo presenció dramático secuestro de Heliodoro Portugal
Giovanna OrtÃz / Contacto - Publicado:
"A mí no me ves más", fueron las últimas palabras que al momento de su desaparición forzada, exteriorizó Heliodoro Portugal a un amigo que veía estupefacto cómo lo secuestraban unos hombres armados cuya identidad aún no ha podido establecerse.Esa es la versión de la última persona que conversó con Portugal antes de su desaparición forzada en mayo de 1970, en el popular Café Coca Cola, cuando cuatro hombres quebraron la tranquilidad del sitio y condujeron a Heliodoro a un destino incierto que desembocó en su muerte.El testigo, cuya identidad permanecerá por ahora en el anonimato, contó que esa mañana se topó en la Central, cerca de Santa Ana, con Heliodoro Portugal, quien le hizo saber que se dirigía a una "reunión" en el Café Coca Cola, y por ello le pidió que lo acompañara para que tomaran el desayuno.Tras haber ordenado, y mientras conversaban aún sin haber sido servidos, irrumpieron dos hombres en el Café Coca Cola, al tiempo que otros dos sujetos permanecían afuera del sitio.Uno de los que ingresaron al café preguntó, ante el asombro de los presentes, por Heliodoro Portugal."¿Quién es Heliodoro Portugal?", recuerda el testigo que preguntó uno de los hombres armados que intempestivamente irrumpieron en el Café Coca Cola, a lo que Heliodoro respondió sin titubear y propinándose un golpe en el pecho: "¡Yo soy Heliodoro Portugal comunista ciento por ciento!".A ello, uno de los captores espetó a Portugal: "Sube aquí", por lo que Heliodoro, encaminando sus pasos de manera enérgica, se movió sin apartar la vista del amigo que lo acompañaba, quien asombrado escuchó las últimas palabras de Heliodoro al ser privado de su libertad: "¡A mí no me ves más!".Aunque no ha logrado identificar plenamente a los secuestradores, el testigo no ha olvidado que eran dos personas trigueñas, de baja estatura, que podrían rondar los 25 a 30 años, y que llevaban camisilla."Los dos que estaban afuera tenían carabinas, y los dos que entraron tenían armas en la pretina", dijo."Yo me quedé petrificado.No sé cómo no me llevaron a mí también", dijo el testigo en un momento de la entrevista donde ya las lágrimas comenzaban a asomarse.El entrevistado recuerda que en el sitio había varias personas, pero dijo no poder identificar a ninguna.Durante la entrevista, que tuvo lugar este fin de semana, el testigo se vio impedido de contener las lágrimas cuando recordó el hecho que retrató con precisión, imitando los pasos de la misma forma en que lo hizo Heliodoro treinta años atrás, cuando era despojado de su libertad.El informante también recordó la forma en que resultó consternado hace unos días, cuando vio en televisión la revelación acerca de los restos de Heliodoro Portugal."Se me heló la sangre y me puse a temblar", externó el entrevistado repitiendo que él también pudo correr la misma suerte de Portugal.Fuentes han informado que dos personas más que presenciaron el secuestro están dispuestas a exponer su versión del hecho.