Un grupo que enfrenta situaciones críticas
Publicado 2003/09/04 23:00:00
- Isabel Díaz
Están en situaciones críticas que demandan medidas fuera de lo normal. Ya sea por el uso de la fuerza, de equipo o materiales especiales o por medio de la persuasión ayudan a solucionar conflictos.
Estos hombres forman el Grupo de Manejo de Incidentes Críticos, personal especializado de la Policía Nacional que tiene como objetivo preservar la vida humana, bienes materiales y la soberanía del territorio panameño.
¿Ha presenciado intentos reiterados de personas que, poniendo en riesgo su vida, han utilizado el Puente de Las Américas como tribuna para ventilar sus problemas personales y llamar la atención de las autoridades? ¿Ha estado en situaciones de riesgo como un incendio, un terremoto o un accidente aéreo?
Los incidentes críticos son situaciones que demandan medidas fuera de las normales y el empleo de personal y recursos especializados, materiales y equipos en mayor cantidad porque afectan a la población, explica el sub comisionado de la Policía Nacional, Irving Muñoz.
Entre los ejemplos de incidentes críticos menciona una colisión entre dos carros o un camión cisterna cargado de combustible que se vuelque y ocurra un derrame que pueda traer consigo un hecho que lamentar. También un accidente aéreo, un incendio grave o un terremoto que afecte áreas pobladas.
Cuando ocurren estos incidentes se movilizan ambulancias, bomberos, al Sistema Nacional de Protección Civil (SINAPROC) y equipo especializado que pueda dar respuesta de manera satisfactoria.
Dentro del Grupo de Manejo de Incidentes Críticos hay uno encargado de acciones de negociación, de intervención y otro de acción policial, que utiliza otro nivel de fuerza.
En Panamá como política institucional, en los casos que la Policía puede negociar, negocia, asegura el sub comisionado, pero tienen alternativas ante los eventos que se enfrentan.
Lo fundamental en estos grupos es la confianza que debe tener la unidad en sí misma, en los conocimientos adquiridos y en la confianza que deposita la institución y sus compañeros, asegura Muñoz.
"Trabajamos como un equipo, todos nos apoyamos. Cada uno va a cumplir su tarea y se siente respaldado", lo menos es hacer bien el trabajo, manifiesta Muñoz quien tiene 10 años de experiencia como negociador ante incidentes críticos.
El subcomisionado Muñoz está encargado del grupo de negociación dentro de la Policía Nacional. Ha vivido situaciones donde la persona pone su vida en riesgo. En estas situaciones, comenta, hay unos que tratan de manifestar públicamente o compartir lo que consideran una injusticia social que se está cometiendo con ellos, como los casos que se han dado en el Puente de Las Américas.
En estos casos, el objetivo es traer a estas personas a la realidad, porque pueden encontrarse en estado depresivo o muy estimulado y se busca un nivel medio donde aflore el raciocinio y se minimice o desaparezca el estrés y la ansiedad y tan pronto pueda razonar, empiezan un diálogo para investigar las causas y por qué está allí.
"El compromiso no es resolverle el problema, sino tratar de persuadirlo de que los medios que está utilizando para protestar no son los apropiados y tratar de alejarlos del peligro de una manera voluntaria", afirma Muñoz.
Al no encontrar una respuesta y agotar todos los recursos de persuasión de que disponen, entonces acuden a un recurso más elevado que es el Grupo de Acción Policial (GAP), a cargo del capitán Cicinio Nuñez, entrenado para este tipo de casos, pero ya usando un nivel superior de fuerza, aclara el subcomisonado Muñoz.
El capitán Cicinio Núñez explica que esta unidad debe tener una excelente condición física . Agrega que son sometidos a pruebas psicomotoras, de coordinación, natación y de presión para conocer cómo desarrollan el liderazgo frente a problemas porque trabajan en equipo.
Son unidades que se les capacita en rescate, secuestros y acciones antiterroristas, durante un entrenamiento riguroso y exhaustivo de 12 semanas, donde se les adiestra en el manejo de todo tipo de armas.
Sobre el manejo de armas, el capitán Núñez expresa que las unidades tienen una precisión quirúrgica en tiro porque se enfrentan a situaciones donde solo pueden hacer uso de un tiro para neutralizar al agresor sin hacer daño a la víctima.
El equipo que portan pesa 25 libras, compuesto por una subametralladora MP5, granadas de luz, de sonido para cegar y hacer perder equilibrio de los agresores.
El GAP interviene en situaciones como toma de rehenes. Por ejemplo, un grupo de personas entra a robar un banco, suena la alarma, la policía ingresa, y los sorprende y en ese momento toman rehenes. La Policía conoce la ubicación exacta y de allí determina cuántos son, qué quieren, cómo son, cómo llegaron.
Muñoz expresa que estos casos se pueden presentar en motines carcelarios o en problemas domésticos cuando una pareja de esposos pelea, se agrede y toma a los hijos como rehenes.
Frente a estas situaciones se negocia o se usa la fuerza y entra en acción un grupo especializado que asalta, rescata y captura a los que están allí. La capacitación para las unidades de la Policía es fundamental. El entrenamiento para responder a situaciones difíciles y de estrés los forma para brindar auxilio a la comunidad en riesgo.
La Policía Nacional, a través de la Dirección de Docencia, a cargo del Subcomisionado Irving Muñoz, ha tenido la oportunidad de compartir la instrucción del recurso humano no sólo en incidentes críticos sino en Policía de Turismo, Niñez y Adolescencia, Investigación Criminal, Tráfico de Drogas.
Asegura Muñoz que por el nivel de capacitación de la Policía, la institución ha ido ganando credibilidad que se refleja en que unidades de Centroamérica y el Caribe vengan a especializarse aquí y que se dé un intercambio para que los nacionales se capaciten allá. Esto se da a través de la Comisión de Agentes de Policía de Centroamérica y del Caribe que facilita la capacitación del recurso humano.
El año pasado la Policía de Honduras solicitó un curso para los oficiales que querían ascender a mayor y el requisito para ascender era pasar el curso. Ahora programan un curso de manejo de incidente crítico para el nivel de Centroamérica y el Caribe.
Estos hombres forman el Grupo de Manejo de Incidentes Críticos, personal especializado de la Policía Nacional que tiene como objetivo preservar la vida humana, bienes materiales y la soberanía del territorio panameño.
¿Ha presenciado intentos reiterados de personas que, poniendo en riesgo su vida, han utilizado el Puente de Las Américas como tribuna para ventilar sus problemas personales y llamar la atención de las autoridades? ¿Ha estado en situaciones de riesgo como un incendio, un terremoto o un accidente aéreo?
Los incidentes críticos son situaciones que demandan medidas fuera de las normales y el empleo de personal y recursos especializados, materiales y equipos en mayor cantidad porque afectan a la población, explica el sub comisionado de la Policía Nacional, Irving Muñoz.
Entre los ejemplos de incidentes críticos menciona una colisión entre dos carros o un camión cisterna cargado de combustible que se vuelque y ocurra un derrame que pueda traer consigo un hecho que lamentar. También un accidente aéreo, un incendio grave o un terremoto que afecte áreas pobladas.
Cuando ocurren estos incidentes se movilizan ambulancias, bomberos, al Sistema Nacional de Protección Civil (SINAPROC) y equipo especializado que pueda dar respuesta de manera satisfactoria.
Dentro del Grupo de Manejo de Incidentes Críticos hay uno encargado de acciones de negociación, de intervención y otro de acción policial, que utiliza otro nivel de fuerza.
En Panamá como política institucional, en los casos que la Policía puede negociar, negocia, asegura el sub comisionado, pero tienen alternativas ante los eventos que se enfrentan.
Lo fundamental en estos grupos es la confianza que debe tener la unidad en sí misma, en los conocimientos adquiridos y en la confianza que deposita la institución y sus compañeros, asegura Muñoz.
"Trabajamos como un equipo, todos nos apoyamos. Cada uno va a cumplir su tarea y se siente respaldado", lo menos es hacer bien el trabajo, manifiesta Muñoz quien tiene 10 años de experiencia como negociador ante incidentes críticos.
El subcomisionado Muñoz está encargado del grupo de negociación dentro de la Policía Nacional. Ha vivido situaciones donde la persona pone su vida en riesgo. En estas situaciones, comenta, hay unos que tratan de manifestar públicamente o compartir lo que consideran una injusticia social que se está cometiendo con ellos, como los casos que se han dado en el Puente de Las Américas.
En estos casos, el objetivo es traer a estas personas a la realidad, porque pueden encontrarse en estado depresivo o muy estimulado y se busca un nivel medio donde aflore el raciocinio y se minimice o desaparezca el estrés y la ansiedad y tan pronto pueda razonar, empiezan un diálogo para investigar las causas y por qué está allí.
"El compromiso no es resolverle el problema, sino tratar de persuadirlo de que los medios que está utilizando para protestar no son los apropiados y tratar de alejarlos del peligro de una manera voluntaria", afirma Muñoz.
Al no encontrar una respuesta y agotar todos los recursos de persuasión de que disponen, entonces acuden a un recurso más elevado que es el Grupo de Acción Policial (GAP), a cargo del capitán Cicinio Nuñez, entrenado para este tipo de casos, pero ya usando un nivel superior de fuerza, aclara el subcomisonado Muñoz.
El capitán Cicinio Núñez explica que esta unidad debe tener una excelente condición física . Agrega que son sometidos a pruebas psicomotoras, de coordinación, natación y de presión para conocer cómo desarrollan el liderazgo frente a problemas porque trabajan en equipo.
Son unidades que se les capacita en rescate, secuestros y acciones antiterroristas, durante un entrenamiento riguroso y exhaustivo de 12 semanas, donde se les adiestra en el manejo de todo tipo de armas.
Sobre el manejo de armas, el capitán Núñez expresa que las unidades tienen una precisión quirúrgica en tiro porque se enfrentan a situaciones donde solo pueden hacer uso de un tiro para neutralizar al agresor sin hacer daño a la víctima.
El equipo que portan pesa 25 libras, compuesto por una subametralladora MP5, granadas de luz, de sonido para cegar y hacer perder equilibrio de los agresores.
El GAP interviene en situaciones como toma de rehenes. Por ejemplo, un grupo de personas entra a robar un banco, suena la alarma, la policía ingresa, y los sorprende y en ese momento toman rehenes. La Policía conoce la ubicación exacta y de allí determina cuántos son, qué quieren, cómo son, cómo llegaron.
Muñoz expresa que estos casos se pueden presentar en motines carcelarios o en problemas domésticos cuando una pareja de esposos pelea, se agrede y toma a los hijos como rehenes.
Frente a estas situaciones se negocia o se usa la fuerza y entra en acción un grupo especializado que asalta, rescata y captura a los que están allí. La capacitación para las unidades de la Policía es fundamental. El entrenamiento para responder a situaciones difíciles y de estrés los forma para brindar auxilio a la comunidad en riesgo.
La Policía Nacional, a través de la Dirección de Docencia, a cargo del Subcomisionado Irving Muñoz, ha tenido la oportunidad de compartir la instrucción del recurso humano no sólo en incidentes críticos sino en Policía de Turismo, Niñez y Adolescencia, Investigación Criminal, Tráfico de Drogas.
Asegura Muñoz que por el nivel de capacitación de la Policía, la institución ha ido ganando credibilidad que se refleja en que unidades de Centroamérica y el Caribe vengan a especializarse aquí y que se dé un intercambio para que los nacionales se capaciten allá. Esto se da a través de la Comisión de Agentes de Policía de Centroamérica y del Caribe que facilita la capacitación del recurso humano.
El año pasado la Policía de Honduras solicitó un curso para los oficiales que querían ascender a mayor y el requisito para ascender era pasar el curso. Ahora programan un curso de manejo de incidente crítico para el nivel de Centroamérica y el Caribe.
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