¿Y dónde está Juancho?

NO FUE exhibido en el Parque Soberanía o Parque Botánico Summit, como se pensaba, Juancho, uno de los reptiles más famosos de la ciudad capital está disecado dentro de una caja de vidrio en uno de los pasillos de la Escuela de Biología de la Universidad de Panamá.
Este animal llegó al Parque Soberanía en 1988 procedente del dragado en el Canal. Perteneció a la especie de lagarto aguja que actualmente está en extinción.
Tenía 60 años de edad, originalmente pesaba 1,600 libras, su tamaño hasta la cola es de 4 metros con 42 centímetros.
En este hábitat vivió durante 11 años, pues en 1999 murió por causas naturales, por lo que en el 2001 decidieron disecarlo en la Facultad de Ciencias Naturales, Exactas y Tecnología de la Universidad de Panamá, después de que sus restos fueron conservados en estado de congelación.
Este trabajo fue supervisado por Josefina Pulice de Correa del Departamento de Zoología, otros docentes y estudiantes.
Esto, según una nota adjunta al cuerpo momificado de Juancho. El trabajo se estima en 5 mil balboas, pero no representó erogación gracias a la colaboración de la universidad.
Por muchos años, este lagarto fue la atracción de turistas nacionales y extranjeros.
Los reptiles surgieron de alguna clase de anfibios, pero se desconocen los detalles de sus comienzos.
Los restos de los reptiles más primitivos conocidos han sido hallados a comienzos del carbonífero superior (hace unos 315 millones de años).
Eran pequeños animales terrestres con un cierto parecido a los lagartos.
Los primeros lagartos se dieron en el triásico, pero las serpientes no aparecieron hasta el cretácico inferior (hace 135 millones de años).
Son los que más recientemente han evolucionado entre los mayores grupos de reptiles y en número de familias y especies ha tenido un éxito espectacular.
Se tiene la creencia de que las primeras serpientes pudieron evolucionar de algún tipo de lagarto excavador desconocido, pero este dato está aún sin confirmar.
En la actualidad existen 22 especies en 8 géneros y 3 familias de cocodrilos.
Aprender a manejar correctamente a nuestras mascotas es una necesidad. Con ello evitaremos dañarlas y que nos dañen.
Hasta los reptiles aparentemente más tranquilos e inofensivos pueden causar heridas graves, por ello, la presencia de un cocodrilo es sinónimo de peligro.
Según los expertos, lo mejor que se puede hacer frente a un ataque es luchar, hacer ruido y crear confusión, señala Joy Hill, portavoz de la Comisión de Conservación de Peces y Vida Silvestre de la Florida.

• El trabajo de disecación de este lagarto demoró 48 horas continuas.

• Internamente se le colocaron varillas de hierros y alambres con los que se amarraron los huesos de sus extremidades.

• Después fue rellenado con aserrín, aunque en la cabeza del lagarto se utilizó mucho algodón impregnado con bórax y formaldehído.

• Se le extrajo el cerebro sin deshacer el cráneo y los ojos fueron extraídos, en su lugar se le colocaron reemplazos de vidrio.