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El músico hondureño Aurelio Martínez afirma que "el artista no es compatible con la política"
Katherine Palacio P./ - Publicado:
De risa fácil y semblante jovial, el músico hondureño Aurelio Martínez se pone serio cuando toca hablar de política en su país, tras salir "quemado" de su periplo como diputado por no poder sacar adelante sus proyectos y estar en desacuerdo con cómo se echó al presidente Manuel Zelaya del poder."Uno llega con sus sueños y se da cuenta de que no puede realizarlos, ya que tienen que ser apadrinados por uno de esos dinosaurios de la cúpula política dominante", se lamenta Martínez, quien dejará de ser diputado en enero de 2010.El músico se encuentra estos días en Londres, donde ayer dio un concierto como despedida del programa de mecenazgo bianual puesto en marcha por la compañía relojera Rolex, gracias al cual ha compartido escenario y experiencias con Youssou N'Dour, considerado como uno de los artistas africanos más influyentes.Aurelio Martínez es de la etnia garífuna, surgida de la mezcla de los esclavos africanos que llegaron al continente americano en el siglo XVIII y los indígenas mayas, tras lo que se expandieron por las zonas del Caribe de Belice, Guatemala, Honduras y Nicaragua.De hecho, el artista hondureño canta en el idioma propio de esta comunidad -aunque también tiene canciones en español-, un detalle que refleja el intento de defender la identidad de una etnia "discriminada" y diseminada por varios países.La situación de pobreza y precariedad que afecta a algunos de los asentamientos garífunas en Honduras fue lo que le llevó a presentarse a las elecciones, aunque su carrera política ya ha terminado."El artista -admite, resignado- no es compatible con la política.Al menos con la política tradicional, partidista".Martínez se convirtió en uno de los primeros diputados garífunas en llegar al Congreso hondureño, escenario de una polémica de resonancia internacional después de que un golpe de Estado sacara en junio pasado al presidente Manuel Zelaya del país."Zelaya hizo muchas cosas mal durante su mandato, pero no estoy de acuerdo con la forma en que se han hecho las cosas", recalca el músico hondureño, especialmente preocupado por el impacto del bloqueo internacional, acordado tras el golpe, en los más desfavorecidos de su país.Los garífunas -también conocidos como "la comunidad negra"- sufren una discriminación racial comparable a la que sufren por ejemplo los haitianos en República Dominicana dado el tono más oscuro de su piel, circunstancia que no olvida el artista.Fuertemente influido por la religión católica -el crucifijo que le cuelga del pecho da fe de ello- y seguidor de algunos ritos ancestrales de su pueblo, Martínez asegura que espera poder algún día significar lo mismo para Honduras que su mentor para Senegal."Estuve casi un mes con Youssou y fue increíble.Conocí a su familia y su labor social, y creo que allí es más importante que el presidente del Gobierno", destaca el hondureño, admirador del músico africano por su atención a los más pobres.Durante su estancia en el país africano no sólo cumplió "un sueño que tenía desde siempre", sino que también pudo subirse al escenario con Youssou N'Dour y actuar ante 45.000 personas en la inauguración de un estadio deportivo.Se siente "querido y respetado" por su país, Honduras, aunque le gustaría ser conocido por las que considera sus mejores canciones, cantadas en garífuna, y no sólo por su tema "Pompa con pompa" ("Culo con culo")."Honduras está en pañales a nivel cultural.El país tendría que reconocer la cultura garífuna como lo hace Europa o Asia.Habría que invertir en cultura viva, en vez de preocuparse sólo por conservar edificios viejos de la época colonial española como hace el Gobierno", reivindica un combativo Aurelio Martínez.En un futuro inmediato, el músico tiene previsto sacar nuevo álbum, trabajo que todavía no tiene título pero que promete seguir reflejando las preocupaciones sociales de su gente.Óscar Tomasi