La Ruta Quetzal visita Temuco tras viajar por los enlodados caminos mapuches
- Temuco (Chile)
Los expedicionarios de la Ruta Quetzal BBVA visitan hoy Temuco, capital de la región chilena de la Araucanía, tras un accidentado viaje por los enlodados caminos mapuches que rodean el océano Pacífico, junto a la comunidad de Puerto Saavedra.
La jornada de convivencia que los ruteros vivieron ayer con los indígenas de la etnia mapuche-lafkenche comenzó a primera hora de la mañana con la recepción de las autoridades locales y terminó entrada la madrugada de hoy, cuando los autobuses de la expedición arribaron a Temuco tras varias horas atrapados en el barro.
Las intermitentes lluvias estivales del centro-sur de Chile hicieron intransitables para los vehículos los alrededores del Gran Lago Salado, conocido como el Lago Budi, y el único de Latinoamérica de esas características.
Hasta allí llegaron los jóvenes participantes de la Ruta Quetzal BBVA para conocer aspectos de la cultura mapuche-lafkenche, como sus ritos ancestrales, sus bailes y su gastronomía.
Junto al Lago Budi, los expedicionarios se animaron a danzar al son de los ritmos indígenas y a disputar con los miembros de la comunidad un partido de "Palín", deporte precursor del hockey sobre hierba, que se juega con palos de madera sobre una cancha de unos 8 metros de ancho por 100 de largo.
Horas antes, los ruteros conocieron sobre el terreno las terribles consecuencias del tsunami que asoló Puerto Saavedra, entonces el centro marítimo más importante de la región, el 22 de mayo de 1960, dejando mil víctimas mortales en Chile, 61 en Hawai y 142 en Japón.
Fue tal la intensidad del maremoto que barrió por completo al pueblo y cambió la geografía de la zona, llegando a desviar la trayectoria de la desembocadura del río Imperial, según explicó a los expedicionarios Marcelo Lagos, geógrafo y profesor de la Universidad Católica de Chile.
A pesar de que la costa chilena está expuesta constantemente a este tipo de movimientos sísmicos, el último de ellos ocurrido el 21 de abril de 2007, el tsunami de 1960 es hasta la fecha el más grande registrado instrumentalmente a nivel mundial.
Lagos aportó a los chicos y chicas datos de la magnitud del fenómeno, como los treinta minutos que tardaron las olas, de hasta 60 metros de altura, en invadir Puerto Saavedra o el descenso de más de un kilómetro que sufrió la costa en esa zona del Pacífico.
La fuerza que la naturaleza posee en las tierras araucanas propició, además, una inesperada aventura a la expedición de la Ruta Quetzal durante el desplazamiento a Temuco.
La imposibilidad de maniobrar los autobuses sobre el barro de los caminos despertó la solidaridad que siempre existe entre ruteros, organización y periodistas.
En un intento por desatascar el vehículo en el que viajaban estos últimos, y que impedía el acceso al resto de la caravana, unas 300 personas unieron sus fuerzas para elaborar una alfombra de piedras y ramajes sobre el barro.
La lluvia dio un respiro, pero la nueva "pavimentación" de los senderos de nada sirvió y hubo que pensar en nuevas posibilidades antes de que cayera la noche.
La situación se complicó con la llegada de un carro tirado por bueyes que colisionó junto al primer autobús y perdió las ruedas traseras junto con la carga que transportaba.
Monitores y periodistas aunaron de nuevo fuerzas y consiguieron sacar del barro la carreta y repararla con la ayuda de su dueño, don José, que mantenía firme a la pareja de bueyes entre los aplausos y gritos de ánimo de los expedicionarios.
Salvado el percance, una máquina excavadora llegada desde Puerto Saavedra allanó el camino y remolcó el primer autobús hasta un terreno más seco.
Era noche cerrada ya cuando los componentes de la Ruta llegaron a Temuco, donde hoy visitan el Museo Nacional Ferroviario Pablo Neruda, inaugurado el 24 de febrero de 2004, y el de la Araucanía, que reúne el patrimonio cultural de esa región chilena.
La expedición partirá de noche hacia Santiago, donde mañana, día 30, será recibida por la presidenta del país, Michelle Bachelet, en el Palacio de la Moneda.
Una gran fiesta pondrá punto y final por primera vez en tierras americanas a la XXIV edición de la Ruta Quetzal BBVA, que este año vivió su aventura coincidiendo con la Navidad.
Atrás quedan los momentos vividos a bordo del buque de la Armada chilena "Valdivia", los días transcurridos en la isla de Robinson Crusoe, en el archipiélago de Juan Fernández, y la convivencia con el pueblo Mapuche.
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