Inauguran en una favela carioca una pasarela de Niemeyer que sugiere curvas de mujer

Las autoridades de Río de Janeiro inauguraron hoy en una favela de la ciudad una pasarela para peatones adornada con un sugerente arco del arquitecto brasileño Oscar Niemeyer inspirado en las curvas del trasero femenino.

La pasarela, de 60 metros de extensión, cuenta con tres rampas en curva y conecta la Rocinha, el mayor barrio de tugurios de Río, con el acomodado distrito de São Conrado, por encima de una de las principales avenidas de la ciudad.

El arco, cuyo punto más alto mide 20 metros, fue inspirado en otro también diseñado por Niemeyer, que desde 1984 adorna el Sambódromo, la avenida con graderíos por la que se celebran los multitudinarios desfiles de carnaval.

Al igual que en ese célebre arco en forma de M, el centenario arquitecto reprodujo las generosas curvas de las brasileñas, como el propio Niemeyer ha reconocido en numerosas ocasiones.

La pasarela forma parte de un programa de urbanización de esta favela, donde viven cerca de 100.000 personas, que está presupuestado en 231,2 millones de reales (unos 130 millones de dólares).

Además de la pasarela, se han acometido otras mejorías en la favela para la inauguración de hoy, como el adecentamiento de la fachada de 60 casas cercanas a la pasarela con pinturas de colores llamativos, como amarillo, verde, violeta, rojo y azul.

También se cubrieron 50 metros de un canal que atraviesa una de las principales calles de la favela y por el que circulaban aguas fecales a cielo abierto.

El presidente de la empresa regional de obras públicas, Ícaro Moreno, aseguró que el resto de las obras proyectadas en el plan estará terminado en diciembre, según un comunicado difundido por la gobernación.

Esto incluye un teleférico inclinado, que facilitará el transporte de los habitantes hasta lo alto de la montaña por la que se esparce la favela, un centro cultural y 144 viviendas nuevas a las que se trasladarán algunos vecinos cuyas casas serán demolidas.

Durante el acto de inauguración, el gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, prometió que va a incluir esta barriada marginal en un plan de seguridad pública que pasa por la expulsión de las bandas de narcotraficantes que operan en ella y la implantación de cuarteles de la policía.

Este modelo de patrulla policial, que está acompañado de programas culturales, se ha implantado en ocho barrios de tugurios de la ciudad en los últimos dos años, lo que ha contribuido a disminuir las tasas de criminalidad, según datos oficiales.