D'Aubuisson pide justicia por el asesinato de los tres diputados del Parlacen en Guatemala
- Katherine Palacios P.
El salvadoreño Roberto D'Aubuisson, uno de los testigos del proceso por los asesinatos en Guatemala en 2007 de tres diputados de su país ante el Parlamento Centroamericano (Parlacen), demandó hoy justicia para que los crímenes no queden en la impunidad.
D'Aubuisson, actual diputado a la Asamblea Legislativa de El Salvador, fue presentado hoy por la fiscalía de Guatemala como testigo ante el Tribunal de Alto Riesgo, que preside Jazmin Barrios, que juzga a nueve guatemaltecos por su presunta participación en los asesinatos.
"Lo único que pido es justicia para que los crímenes no queden en la impunidad", expresó el dirigente político.
El diputado salvadoreño relató en la audiencia los momentos "difíciles" y de "horror" que vivió al enterarse del asesinato de su hermano Eduardo junto a sus colegas William Pichinte y José González, y su chofer Gerardo Ramírez.
D'Aubuisson comentó que fue uno de los primeros en llegar a la escena del crimen, en la carretera que de Guatemala conduce hacia El Salvador, para reconocer a su hermano, cuyo cuerpo estaba completamente calcinado.
El dirigente político atribuye el asesinato de los diputados al Parlacen a una supuesta "venganza", pero aseguró que su hermano no había sido amenazado de muerte.
En parte de la audiencia, D'Aubuisson reconoció el anillo de matrimonio, con el nombre de su esposa Laura, que llevaba su hermano al momento del crimen.
"Definitivamente coincide con el nombre de la esposa de mi hermano Eduardo", afirmó, luego de tomar entre sus dedos el anillo parcialmente quemado y que fue presentado como una de las primeras evidencias por la Fiscalía.
Los asesinatos de los diputados fueron perpetrados el 19 de febrero de 2007, durante el Gobierno del presidente Oscar Berger (2004-2008) en jurisdicción de Santa Elena Barillas, donde fueron hallados calcinados los cuerpos.
Tres días después fueron capturados los policías guatemaltecos Luis Herrera López, Jorge López Arreaga, José Adolfo Gutiérrez y Marvin Escobar Méndez, como autores materiales de los crímenes.
Sin embargo, el 25 de febrero de 2007, los cuatro agentes fueron asesinados en la prisión en la que fueron recluidos.
Los guatemaltecos que son juzgados desde el pasado 21 de octubre por los cuatro crímenes son Manuel Castillo, Carlos Gutiérrez, Linda Castillo, Mario Lemus, Vanner Morales, Obdulio de León, Carlos Orellana Donis, Marvin Contreras y Carlos Orellana Arocha, estos dos últimos ex policías.
Los nueve estuvieron hoy presentes detrás de una reja instalada en el Tribunal mientras el diputado salvadoreño prestaba su testimonio.
Durante el juicio, que se prevé dure al menos dos meses, el fiscal a cargo del caso, Edwin Marroquín, ha dicho que presentará como pruebas unas 500 evidencias documentales, 142 testigos y 26 peritos.
Además, otras 150 evidencias materiales como teléfonos, armas de fuego, municiones, vídeos y fotografías que se incautaron durante las investigaciones.
Una de las principales hipótesis que maneja el fiscal es que los asesinatos se perpetraron por una venganza del ex diputado salvadoreño Carlos Silva, quien está detenido en Estados Unidos.
Según el fiscal, Silva habría planificado el asesinato por haber sido desaforado en 2009 luego de ser acusado en El Salvador de lavado de dinero, entre otros delitos.
En ese sentido, Roberto D'Aubuisson dijo ante el tribunal que los diputados de la Asamblea Legislativa salvadoreña fueron alertados de amenazas de muerte por haber desaforado a Silva, aunque aclaró que su hermano no había sido intimidado.
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