Un tribunal escuchará el testimonio de los españoles por la quema de la embajada en Guatemala
- Katherine Palacios P.
Un tribunal guatemalteco aceptó escuchar el testimonio de once españoles sobre la matanza perpetrada en la Embajada de España en Guatemala el 31 de enero de 1980, en la que murieron 37 personas, informaron hoy fuentes jurídicas.
La petición de Rigoberta Menchú fue admitida el jueves por el Tribunal Undécimo del ramo Penal para que los testigos presenten como prueba anticipada su versión de los hechos por medio de una videoconferencia, declaró hoy a Efe el abogado Benito Morales, de la fundación de la premio Nobel de la Paz guatemalteca.
"Hubo una audiencia y el tribunal -presidido por Eduardo Cojulún- aceptó la petición", agregó.
Morales, abogado de la Fundación Rigoberta Menchú Tum (FRMT), explicó que entre las investigaciones para esclarecer la matanza, la líder indígena, como hija de una de las víctimas (Vicente Menchú), se adhirió al proceso y como parte de esas pesquisas pidió la declaración de los once testigos.
"Son testigos directos a los que les constan los hechos del 31 de enero de 1980. Todos viven en España", dijo el abogado.
Entre los testigos, agregó, figura Máximo Cajal, que era embajador de España en Guatemala cuando se originó el incendio de la legación diplomática durante una intervención de agentes de la seguridad del Estado.
También figuran miembros de una delegación de Relaciones Exteriores de España que llegó al país un día después de la matanza y que inspeccionó la embajada, dijo.
Morales declaró que una vez que el tribunal ha aceptado escuchar los testimonios, corresponde a la Corte Suprema de Justicia (CSJ) de Guatemala enviar un suplicatorio a las autoridades judiciales españolas para que lo notifiquen a los testigos.
La justicia española debe entonces "fijar la fecha para que (los testigos) se presenten a un tribunal de ese país a dar su testimonio", manifestó.
El abogado de la FRMT dijo que la matanza en la Embajada española aún se está investigando, y reiteró que fue en ese marco en el que Menchú, premio Nobel de la Paz de 1992, pidió el testimonio de los once españoles.
El 31 de enero de 1980, un grupo de indígenas del departamento noroccidental de Quiché acompañados por estudiantes ocuparon las instalaciones de la misión diplomática española para denunciar la represión militar.
El régimen del general Romeo Lucas ordenó el desalojo y la legación fue incendiada por agentes del Estado, lo que causó la muerte de 37 personas.
El embajador español fue uno de los supervivientes junto al guatemalteco Gregorio Yujá, quien un día después fue secuestrado, torturado y asesinado y su cuerpo encontrado el 2 de febrero de 1980 en la rectoría de la Universidad de San Carlos (estatal).
A raíz de esa matanza, España rompió relaciones diplomáticas con Guatemala, que no fueron reanudadas hasta el 22 de septiembre de 1984 con el compromiso de investigar los hechos y llevar ante la justicia a los responsables.
Entre las 37 víctimas mortales, además del padre de Rigoberta Menchú, figuran el exvicepresidente de Guatemala Eduardo Cáceres Lehnhoff y el excanciller Adolfo Molina Orantes.
También el cónsul español Jaime Ruíz del Árbol y otros dos empleados de la embajada, Luis Felipe Sanz y María Teresa Vázquez.
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