Kvitova se corona en Wimbledon tras derrotar a Sharapova
- Katherine Palacio P./
La checa Petra Kvitova se coronó hoy ganadora de la edición número 125 de Wimbledon tras derrotar en la final a la rusa Maria Sharapova por 6-3 y 6-4 en hora y media.
Kvitova, de 21 años, se impuso sobre la hierba de Londres en su cuarta participación en Wimbledon, un torneo en el que ya alcanzó las semifinales el año pasado y que la eleva hasta el número siete en el ránking de la WTA.
Tras recibir el trofeo que la acredita como campeona de Wimbledon, Kvitova rompió a llorar cuando, micrófono en mano, agradeció su apoyo a dos ex jugadoras checas que presenciaban el partido desde el palco, Hana Maldikova y Martina Navratilova (esta última nacionalizada estadounidense).
"Me han ayudado siempre y sus consejos han sido impagables", dijo la jugadora, que aseguró que "no pensaba que pudiera ganar Wimbledon".
También con la voz rota, Sharapova se dirigió al público de la Pista Central del All England Club para decir: "desafortunadamente, sólo hay una ganadora al final del día, eso es lo que hace grande este campeonato", para acto seguido felicitar a su rival en la final.
"Estoy muy feliz por haber vuelto al circuito y haber alcanzado una final", señaló la rusa, para afirmar después que el año que viene volverá a Wimbledon dispuesta a luchar de nuevo por el campeonato.
Sharapova, campeona en Wimbledon en 2004, abrió el encuentro rompiendo el saque de su rival en el primer juego, a lo que Kvitova respondió imponiéndose en el siguiente turno de la rusa.
La checa, octava cabeza de serie, se hizo con las riendas del partido al romper de nuevo servicio de la rusa para situarse 4-2 por delante en el marcador, y terminó ganando el primer parcial en 40 minutos.
Sharapova, quinta cabeza de serie, pagaba caro las cuatro dobles faltas cometidas durante el primer set y no era capaz de hacer frente a las embestidas de su rival con la zurda, de las que trataba de defenderse desde el fondo de la pista.
El inicio del segundo parcial siguió la inercia del primero, y Sharapova cedió en seguida su servicio para sucumbir después al de la checa (2-0) que veía como su primer Grand Slam estaba más cerca que nunca.
La rusa supo aprovechar la única oportunidad que se le presentó para volver a entrar en el partido, y superó con un "globo" a su rival, que había subido a la red, para anotarse una bola de ruptura y devolver la igualdad al marcador de la segunda manga (2-2).
En ese punto del partido cada juego parecía decidir el campeonato, y comenzó una racha en la que ninguna de las dos rivales era capaz de defender su servicio y se sucedían los puntos de ruptura.
Sharapova peleó cada bola hasta el final del encuentro, y logró situarse con 5-4 en el marcador después de ir dos juegos por detrás, pero la zurda Kvitova abrumó con su saque a la rusa en el último juego del partido y se hizo con la final.
Kvitova jugó por vez primera una penúltima ronda de Grand Slam el año pasado en Wimbledon contra la estadounidense Serena Williams, quien, tras imponerse a la checa, acabó ganando el torneo.
Hasta entonces Kvitova, que esta temporada afrontaba su cuarto Wimbledon, no había ganado enfrentamiento alguno en el circuito sobre hierba.
La checa confirmó su despegue sobre esta superficie hace dos semanas en Eastbourne, donde alcanzó una final que le arrebató la francesa Marion Bartoli.
El título de Wimbledon es el colofón a una brillante temporada de Kvitova, en la que ha ganado en Brisbane, París (bajo techo) y Madrid, y que deja a la jugadora como la número siete del mundo.
Sharapova, por su parte, confirma su vuelta a la élite del tenis pese a su derrota de hoy, después del calvario de tres años que ha sufrido tras lesionarse el hombro en 2008.
Petra Kvitova, reflejo de Navratilova en tiempos de Del Potro
La checa Petra Kvitova, número ocho del tenis femenino y nueva campeona de Wimbledon, es una zurda cultivada en la escuela de Prostejov que se ha mirado siempre en el espejo de Martina Navratilova, pero que identifica su estilo de juego con el de Juan Martín Del Potro.
"Plano y rápido". Así es como define ella su tenis y el del argentino, sólo un año mayor que ella. "Del Potro juega como yo o yo juego como él", afirmó recientemente la ganadora de Wimbledon, nacida en la ciudad de Bilovec el Día de la Mujer Trabajadora (8 de marzo) de hace 21 años.
Risueña, con retazos de timidez y todavía gestos de prematura juventud, Kvitova tiene en su horizonte el modelo de Martina Navratilova, la última zurda en alcanzar la final de Wimbledon, cuando lo hizo en 1994 para perder contra Conchita Martínez.
La ex tenista nacida en Praga y nacionalizada en Estados Unidos, ganadora de nueve títulos individuales en el All England Club, conoció a Kvitova el año pasado, cuando ésta alcanzó en Londres la primera semifinal de un Grand Slam de su carrera.
Volvió a charlar con ella esta semana en los vestuarios del SW19. Según la veterana, Kvitova estaba preparada ya para ganar la final de Wimbledon gracias a su dominio en el primer servicio.
Entre esos rizos rubios, recogidos habitualmente en una trenza, y un aspecto casi de colegiala, se esconde una tenista con servicio arrollador.
Su nombre se ha ganado el tercer puesto en la lista de las mejores sacadoras de esta edición del torneo, con 35 "aces" anotados hasta su penúltimo partido, sólo por detrás de Serena Williams -segunda con 38- y Sabine Lisicki -primera con 44-.
Kvitova, con 70 kilogramos de peso y 1,83 metros de altura, suma cuatro títulos de la WTA desde que emprendió en 2006 su andadura profesional, el último de ellos en el Masters de Madrid esta temporada.
Al ganar en abril la final de Madrid frente a Victoria Azarenka, Kvitova se metió por primera vez en el "top 10", convirtiéndose en la sexta tenista de su país en sellar su nombre en esa lista, después de Martina Navratilova, Hana Maldikova, Helena Sukova, Jana Novotna y Nicole Vaidisova.
Quizá ha sido su habilidad para relacionarse con la gente y hacer amigos la que le ha permitido conservar sus conocimientos de ruso, adquiridos en el colegio, al ponerlos en práctica con Anna Chakvetadze, tenista próxima a su generación, o Elena Dementieva, ya retirada.
También habla inglés, gracias a sus viajes por el mundo para competir, y checo, lengua que usa en el ámbito familiar. Al igual que la mayoría de sus colegas de circuito, Kvitova empezó a aficionarse al tenis por los esfuerzos de su padre, conocido como Jiri, aunque su actual entrenador es David Kotyza.
Todos fueron un soporte vital para poder remontar después de una lesión sufrida en 2009 en el tobillo derecho, que aleccionó a la joven deportista para hacerse más fuerte en el negocio en el que se adentra.
Sus dos hermanos la siguen a menudo en los torneos, donde Petra disfruta de poder ver a ratos los partidos de Roger Federer, jugador por el que siente verdadera admiración por su elegancia y los dieciséis títulos de Grand Slam que lo veneran.
Aunque se reserva para los más cercanos el secreto de quién cocina en casa, esta tenista que empieza a saborear la hierba de Wimbledon se decanta por la pasta -plato estrella entre los deportistas- y el sushi.
Fiel a las limitaciones que le atañen por su condición de tenista, Kvitova prefiere el zumo de naranja a una pinta de cerveza, incluso cuando disfruta de su día libre en Londres durante el calendario del torneo.
Precisamente en esta competición, en Wimbledon, fue donde el año pasado se ganó un estatus al dificultar -sólo en el primer set- el avance de la estadounidense Serena Williams, campeona en esa edición.
Huyendo de las predilecciones por una superficie concreta, Kvitova también apretó las tuercas y estiró el partido a tres sets en la cuarta ronda de Roland Garros ante la ganadora del torneo este año, la china Na Li.
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