La crisis obliga al "calcio" a apostar por la cantidad y a olvidar la calidad

Muchos fichajes y pocas estrellas, así se puede resumir el mercado de invierno del campeonato de fútbol italiano, en el que debido a la falta de fondos en las arcas de los clubes no han llegado grandes nombres y ha obligado a numerosos cambios de camiseta.

"Ninguna locura, tanta fantasía y el peligro de encontrarse en plantilla los descartes de los otros. Los movimientos no faltan, pero la calidad escasea", así describe el diario "La Stampa" el mercado que se cerró ayer sin fichajes clamorosos.

Por su parte, el diario deportivo más importante del país "La Gazzetta dello Sport" también resalta como no ha habido "golpes de mercado" y los clubes han preferido vender a comprar para aligerar sus costosas y amplias plantillas.

Esta última campaña ha sido la más austera de los últimos cinco años, pues según los datos de "la Gazzetta" entre salidas y entradas el balance de los clubes es positivo, por un valor de dos millones.

Y por ello, y ante una operación considerada excesivamente cara para las arcas rojinegras, se quedó en el limbo de los fichajes, aplazada para quizá la próxima temporada, la llegada al Milán del delantero argentino del Manchester City, Carlos Tévez.

Como tampoco cuajó la llegada al Lazio del brasileño del Villarreal Nilmar o el del japonés del CSK Moscú Keisuke Honda.

Los más activos en el mercado han sido los dirigentes del Juventus que lograron reforzarse con la llegada desde el Roma de Marco Borriello y del uruguayo Martín Cáceres procedente del Sevilla español.

Pero además consiguieron colocar a jugadores que no contaban con la confianza de Antonio Conte como Amauri, que migró al Fiorentina o Toni, que militará en el Al Nasr y Vincenzo Iaquinta, cedido al Cesena.

Ante la decepción por no poder contar con Tévez, el Milan tampoco ha recurrido al mercado para buscar una alternativa y el único gran fichaje es el del argentino Maxi López, procedente del Catania, y que se habría integrado al club rojinegro independientemente de la llegada del delantero del City.

Así como también llegó en el último momento el joven austríaco del Chelsea inglés Philipp Prosenik.

El que sí ha aterrizado en Italia procedente del Oporto ha sido el colombiano Fredy Guarín, cuyo fichaje por el Inter de Milán ha sido uno de los últimos en oficializarse en esta última jornada de mercado

El colombiano, por el que también se había interesado el Juventus de Turín, compartirá vestuario con el brasileño Juan Ghilherme Nunes Jesus, de 20 años, procedente del Internacional de Porto Alegre.

Mientras que el Inter se deshizo de seis jugadores, entre ellos el brasileño Thiago Motta, que se marchó al Paris Saint Germain, mientras Coutinho jugará hasta junio en el Espanyol y Muntari, en el Milán.

El Nápoles se ha jugado todas las cartas en este final de temporada en el fichaje del chileno Eduardo Vargas, del Universidad de Chile, que le ha costado 11 millones de euros (15,3 millones de dólares) lo que le convierte en el fichaje más caro de este mercado de invierno.

Mientras que Cáceres le costó al Juventus 9,5 millones de euros (unos 12,5 millones de dólares) y el Milan pagó al Catania 8 millones de euros (unos 10 millones de dólares) por Maxi López.

Mientras que el Roma se ha hecho con los servicios del brasileño Marcos Antonio "Marquinho", que llegó cedido a Italia desde el Fluminense hasta que concluya la presente campaña, y con la jóven promesa del Nacional Montevideo Nicolás López, de 19 años.

Pero como casi todos los equipos, más activos en el vender que en el comprar, el club romano cedió al delantero chileno David Pizarro y a Marco Borriello, quienes no contaban con la confianza del técnico español Luis Enrique.

Cristina Cabrejas