Ahmadineyad niega insumisión a Jamenei en un interrogatorio en el Parlamento
- Katherine Palacio P.
El presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, negó hoy ante el Parlamento haber mostrado insumisión al líder supremo del país, ayatolá Ali Jamenei, el pasado año, cuando este repuso en su puesto al ministro de Inteligencia, previamente destituido por el gobernante.
En el interrogatorio de hoy, el primero al que se convoca a un presidente en los 33 años de historia de la República islámica, un grupo de diputados ultraconservadores enfrentados a Ahmadineyad le preguntaron sobre supuestas irregularidades en su Gobierno y su presunta insumisión al poder religioso en el régimen teocrático.
El diputado Ali Motahari, un ultraconservador islámico encarnizado oponente de Ahmadineyad y su entorno, leyó las diez preguntas, que Ahmadineyad debía responder y por las que, en caso de no satisfacer a la Cámara, le podrían llevar a una moción de censura.
Los diputados preguntaron por los once días en que Ahmadineyad estuvo ausente de la vida pública, entre abril y mayo del pasado año, lo que se entendió como un desplante después de un pulso por el poder con Jamenei, máxima autoridad del país, quien le advirtió de que no sobrevalorara sus capacidades.
Ahmadineyad respondió que no estuvo inactivo: "Esos once días no estuve descansando, estuve trabajando, pues eso (dejar el trabajo público) no es posible para el Gobierno".
El detonante de la crisis fue el enfrentamiento de Ahmadineyad con el ministro de Inteligencia, Heydar Moslehi, un clérigo chií ultraconservador cercano al líder, que el presidente destituyó y Jamenei repuso en su puesto.
Los ultraconservadores "principalistas", que dominan el Parlamento y que al principio de la legislatura apoyaron a Ahmadineyad, se han vuelto sus mayores enemigos, pues consideran que él y su entorno ponen en cuestión el control político y social por parte del poder religioso, personificado en el líder supremo.
En todo caso, Ahmadineyad, en tono distendido, volvió hoy a defender que el sistema "no debe presionar tanto a las chicas y los chicos, pues son nuestros propios hijos", en referencia al estricto código de vestimenta y la obligación de cubrirse la cabeza impuesta a las mujeres y la persecución de fiestas y reuniones juveniles.
Por medio de una conocida poesía, Ahmadineyad dijo a los diputados, y de paso al poder clerical, que ellos no hacen en el interior de sus casas lo que piden que hagan los demás: "Los que predican en el púlpito, cuando saben que no se les ve en el desierto, hacen lo mismo que los demás", recitó el presidente.
Defendió Ahmadineyad la eliminación de subsidios debido a las "sanciones (internacionales que pesan sobre Irán) y la crisis mundial" e indicó que han favorecido a la economía del país y en especial al sector productivo esencial, que ha crecido en una situación difícil, pese a las importantes subidas de precios.
Pese a la retirada en marzo del año pasado de los subsidios a los sectores energético y de algunos alimentos básicos, como el pan, que han multiplicado su precio, Ahmadineyad aseguró que el país ha crecido más en el último año iraní, que finalizará el próximo 20 de marzo, que en el año anterior.
Sobre la escasez de medios y divisas para el desarrollo de ciudades grandes, que los diputados achacan al Gobierno, Ahmadineyad contestó que en su periodo ha multiplicado la ayuda para sectores como el transporte, tanto autobuses como el metro de Teherán, y la construcción.
También defendió los presupuestos para crear empleo en el país como avalados por las cifras del Banco Central.
En algunos momentos, la comparecencia de Ahmadineyad se volvió tensa, en especial cuando un diputado, Mohamed Jabaz, le acusó de "insultar al Parlamento", al responder en tono aparentemente jocoso algunas de las preguntas.
La lucha interna por el poder entre Ahmadineyad y Jamenei, puesta de manifiesto en abril pasado, se decantó claramente por el sector más clerical, que se agrupa en torno al líder, en las legislativas del pasado 2 de marzo.
Esta correlación de fuerzas podría ocasionar graves dificultades a Ahmadineyad en el año y medio que le queda en la Presidencia, para la que no puede ser reelegido al haber completado dos periodos de cuatro años.
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