algunas embarcaciones pasan los 100 pies de largo
Un lujo caro dentro de familias y empresarios adinerados del país
La mayoría de los propietarios de estas naves optan por la bandera extranjera para reducir sus gastos en impuestos fiscales.
Combustible
- El tanque de combustible que poseen estos botes tienen grandes capacidades, algunos usuarios logran llenarlos con hasta 6 mil dólares.
- Debido al alto costo del combustible de Estados Unidos, donde se fabrica la mayoría de estos yates, algunos compradores provenientes de países donde el insumo es más económico, prefieren que no se los entreguen con el tanque lleno, prefieren llenarlos en sus países, ya que de lo contrario, lo estarían pagando más caro.
- Actualmente, el mercado de yates está compuesto mayormente por compradores extranjeros quienes prefieren el mercado de lujo en vez del de pesca.
Estacionamiento
40- pies de largo es el mínimo de pago, a pesar de que el yate sea más pequeño.
- por pie es el costo de estacionamiento mensual, en la marina más grande de la ciudad.
El ICE y el ShaShaSha, aún reinan entre los yates de placer más grandes que son propiedad de una familia panameña, los Faskha y los Shahani.
Cabe destacar que estas dos últimas familias están vinculadas al negocio de la construcción.
Incluso los Faskha han desarrollado proyectos emblemáticos como la torre de oficina F&F, mejor conocido como “el tornillo” en Calle 50.
Tanto el ICE como el ShaShaSha son embarcaciones de más de 100 pies cada una, mientras que el promedio de la mayoría de barcos que están anclados en Panamá está entre 30 y 60 pies.
Por ejemplo, la familia Motta, una de las más adineradas del país, es dueña del yate llamado “El Brinco” de 63.8 pies.
La familia González Revilla cuenta con el yate Prime Time de 59 pies, la firma de abogados con el Play-Mor de 52 pies, entre otros.
Se trata de un lujo caro en el que una de estas naves puede superar los 10 millones de dólares en el mercado. Sin embargo, detrás del placer hay jugadas fiscales que permiten recortar los gastos que conllevan mantener este lujo.
La mayoría de estas embarcaciones son registradas de bandera extranjera para no pagar mucho impuesto. Un yate de bandera extranjera solo paga al fisco entre 4 y 15 dólares por mes, mientras que en ciudades como Miami, este costo es de unos mil 500 dólares, afirman propietarios de yates que pidieron no ser identificados.
Hace cuatro años, también se extendió el tiempo permitido de permanencia a los yates de bandera extranjera en Panamá a un año. En otros países, los barcos de bandera extranjera solo tienen tres meses de estadía interna.
Otra opción para recortar gastos es el anclaje gratis en algunas zonas de la bahía de Panamá.
Otros propietarios de yates comentaron que una alternativa para recortar gastos es encontrar un socio para compartir los gastos de la operación.
Pero las opciones para tener un barco dentro de una marina privada no solo se concentran en la ciudad capital.
Bocas del Toro también ha tomado realce como una zona para el desarrollo de estas marinas, en donde llegan muchos yates de Miami a pasar la temporada de huracanes y tormentas.
También está la ciudad de Colón donde existe una marina privada que ofrece disponibilidad principalmente para los empresarios con operaciones dentro de la Zona Libre de Colón.
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