Nacionalistas galos se enfocan en la ecología

HÉNIN-BEAUMONT, Francia — Toda la iluminación en las calles y los edificios de la ciudad está en proceso de ser cambiada a focos LED amigables con el medio ambiente. Trabajadores municipales acudirán a su casa para sembrar árboles de manera gratuita, como una forma natural de mantenerse fresco ante el tipo de olas de calor que azotaron recientemente a Europa.

Ovejas pastan en un campo propiedad del Municipio como un experimento de “pastoreo ecológico”. “Menos contaminación, menos ruido y menos químicos”, señala un rótulo de la ciudad.

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No, estas políticas no son obra de un Concejo Municipal “abraza árboles” dominado por los Verdes. Son de la Agrupación Nacional, el partido de extrema derecha cuya férrea dedicación de mucho tiempo a una sola cuestión —frenar la inmigración— lo ayudó a convertirse en la principal oposición de Francia.

Hace apenas unos años, el partido mostraba poco interés en el medio ambiente. Su fundador, Jean-Marie Le Pen, negó el cambio climático impulsado por el hombre y desestimó la ecología como “la nueva religión de los burgueses bohemios”.

Sin embargo, al tiempo que la problemática se ha convertido en una de las principales inquietudes de los electores en toda Europa, la Agrupación Nacional ha tomado nota, al igual que otros grupos nacionalistas y populistas de extrema derecha en otros lados del continente.

Recientemente, Marine Le Pen, la líder de la Agrupación Nacional, propuso hacer de Europa “la civilización ecológica más destacada del mundo”.

El partido está promoviendo ciudades como Hénin-Beaumont, donde ha estado en el poder desde el 2014, como entornos para su propio estilo de ambientalismo.

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Entre los partidos populistas de ultraderecha en Europa, los puntos de vista sobre el cambio climático van de la negación a un reconocimiento de su naturaleza global, de acuerdo con un estudio realizado por Adelphi, un grupo climático en Berlín.

En medio están los partidos, entre ellos la Agrupación Nacional, que promueven una visión nacionalista del ambientalismo basada en la identidad, mientras que rechazan trabajar con otras naciones.

“Fundamentalmente, la ecología tiene que ver con gente viviendo en un territorio, que tiene un apego con éste y que hace planes a largo plazo”, manifestó Hervé Juvin, un ensayista quien fue electo como miembro del Parlamento Europeo en representación de la Agrupación Nacional en mayo.

Hénin-Beaumont se ubica en una parte del norte de Francia que ha sido afectada por el cierre de minas y fábricas, factores que, junto con la presencia de migrantes que tratan de cruzar ilegalmente a Gran Bretaña, han avivado el auge de la Agrupación Nacional.

Los socialistas controlaron durante mucho tiempo a Hénin-Beaumont y otros municipios en la región. Pero la corrupción que involucró a un alcalde socialista llevó a la victoria de la Agrupación Nacional en Hénin-Beaumont, una ciudad de 27 mil habitantes.

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Al tiempo que la región avanzaba a tientas hacia un futuro, los Verdes ganaron crédito por transformar dos ciudades, Loos-en-Gohelle y Grande-Synthe, en ciudades sustentables. Ahora la Agrupación Nacional está retando a los Verdes.

En Hénin-Beaumont, la Agrupación Nacional está implementando muchos de los mismos proyectos.

Juvin no negó que hubiera consideraciones políticas. Un enfoque verde podría aumentar el atractivo del partido más allá de la inmigración.