Aduladores de Palacio
- Pedro Sitton
"Los aduladores son como los ladrones, su primer cuidado consiste en apagar la luz". (Cardenal Richelie).
En su discurso de toma de posesión, Martín Torrijos manifestaba que un presidente debe andar con la verdad y la verdad no es solamente no decir mentiras, sino, sobre todo, no engañar ocultando la realidad. Tenemos que explicar las cosas como son y, si nos equivocamos, admitir el error y rectificarlo. Pero tampoco quiero que me mientan, ni que crean que soy susceptible a la adulación...
Hoy, esas palabras deben resonar en la ciudadanía que sufre una serie de problemas en torno a la seguridad ciudadana, la salud publica, el transporte, la falta de oportunidades de trabajo, la educación, y que en estos cuatro años han tratado de ocultar y/o responsabilizar a terceros por parte de una camarilla de aduladores que se encuentran en el Palacio Presidencial.
Estos aduladores del presidente Torrijos han pasado mintiéndole sobre la situación del país e inventándonos un país de maravilla, en donde los niños no se mueren de hambre, donde no hay pobreza, donde los niveles educativos son de excelencia académica y nuestra salud pública era la envidia del resto de los países de América Latina. Todo esto hasta que se les terminó la tonada de echarles las culpas de sus desatinos a las anteriores administraciones. El pueblo no soporta más esos "cuentos chinos" de que el aumento de la delincuencia era mentira, que nuestros cuerpos de seguridad eran íntegros, ya que el ciudadano de a pie sigue siendo presa de la inseguridad y volteando su cabeza para asegurarse que no lo asalten cada vez que cruza una esquina.
A pesar del los pesares, esos aduladores no se rinden, ni se descomponen, ya que ellos viven de la farsa, con su mascara de doctos de la ley y conocedores de las soluciones para los problemas que ellos mismos han creado con sus "sabios" consejos. Ahora, siguen con sus cantos de sirena para confundir una vez más a la ciudadanía tratando de combatir la ola de criminalidad con decretos leyes que sólo nos recuerdan a los entes de terror de la dictadura perredista militar, como lo eran el DENI y el G2; y ello es la razón principal del porqué la candidata presidencial de dicho colectivo haya manifestado que no los derogará.
Estos aduladores son unos parásitos que, con sus jugosos salarios, en nada han beneficiado al país con sus "brillantes" ideas, ya que lo único que han logrado con las mismas es darnos un estancamiento en los niveles de calidad de vida de los panameños y una pérdida gradual de nuestras garantías y derechos constitucionales que no debiéramos permitir.
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