Amigos de conveniencia
- Mons. Rómulo Emiliani cmf
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Si hay algo que duele mucho en la vida es el defraudarse por descubrir lo que se llaman "los amigos de ocasión", que están contigo cuando estás bien, pero te abandonan cuando estás mal. Son esos seres que aparecen en la vida de las personas como las hormigas cuando se cae algo en el suelo que sea alimento. Son las personas que por puro interés están ahí cuando ven que hay alguien que está en un puesto público o privado de importancia, o tienen dinero o cualquier otra posesión que les interese. Que están alrededor de las personas exitosas y pululan dando vueltas en torno al millonario, al campeón deportivo, al político de turno, a la mujer bonita, al comerciante audaz. Que están contigo porque tienes dinero, influencias, los entretienes, les haces favores, les das compañía, pero que desaparecen cuando no puedes proporcionar nada de eso. El testimonio es casi unánime en las cárceles: cuando una persona cae presa poco a poco experimenta la soledad del fracasado. Los antiguos amigos desaparecen. No los visitan en la prisión. No llaman a su casa para saber de ellos. No ofrecen ayuda a la madre del preso, o a la esposa o hijos. El detenido vive el abandono de aquellos que decían ser sus amigos de fiestas, de negocios, y si alguna vez el preso llama al supuesto amigo si contesta saldrá con evasivas o no cogerá el teléfono.
Por eso hay que saber escoger los amigos. No pueden ser muchos. Deben ser gente sincera, no interesada, que te aprecie por ser quién eres. Deben ser honestos y transparentes. Personas capaces de reconocer las cualidades que tienes; de alegrarse por tus triunfos; de felicitarte por lo bueno que has hecho; de acompañarte, animarte y darte fuerza cuando has caído, cuando has fracasado y de corregirte cuando no andas por el buen camino. Que están ahí cuando los necesitas, a cualquier hora y lugar. Esos amigos son un tesoro. Son una bendición de Dios para ti. Son ángeles que el Señor pone en tu camino. El buen amigo nunca te arrastrará por senderos destructivos. Jamás te inducirá a cometer delitos o caer en adicciones u otros comportamientos insanos.
Y quiero que sepas que hay un amigo único, siempre fiel, quien tiene todo el poder y la gloria. Que desea lo mejor para ti. Que está contigo en las buenas y en las malas. Que te ama a pesar de todo. Que nunca te dará la espalda. Que es incondicional. Ese es Jesús, el amigo más grande y maravilloso. El Dios con nosotros. El que es el camino, la verdad y la vida. Acéptalo como tu Señor.
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