Letales
Armas químicas
- Jay Molino
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- opinion@epasa.com
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El sistema nervioso se cae en cuestión de minutos (en el mejor de los casos) porque no existe una señal interpretable que llegue a los músculos. Los miembros, el corazón, los pulmones, ¡todo se apaga o espasma de manera incontrolable… mueres!
Los ataques químicos ocurridos en Siria son de verdadera preocupación. He escrito con detalle sobre el tema de las armas químicas en mi sitio web pero creo que es hora de alcanzar a través de este medio, al pueblo panameño. En cierta forma me sorprende que no haya causado conmoción este tema, la conmoción la causó el presidente Trump tras haber lanzado cincuenta y nueve Tomahawk a una base en Siria… pero poco sabemos del porqué existe una prohibición contra el uso de estas armas ni sobre su funcionamiento.
Definitivamente estas armas no son tan poderosas como las atómicas, sin embargo, son muy baratas, fáciles de traficar y fáciles de hacer. Por ello muchos tratados prohibieron su uso.
Todas las armas químicas trabajan bajo el mismo mecanismo: inhibir de manera irreversible las enzimas esterasas. Les explico… Existen compuestos empleados por el sistema nervioso necesarios para completar el paso de una señal (comunicación) de neurona a neurona. El compuesto es un neurotransmisor que se almacena en vesículas cerca de la superficie de la célula, y es liberado para que "flote" distendido a lo largo de la sinapsis (el enlace o la unión intercelular especializada entre neuronas). El mismo se llama acetilcolina. Una vez está en la sinapsis, se une a otras clases de proteínas. Esa unión da lugar a una señal dentro de la neurona receptora. Lo importante del caso es que la señal a través de la sinapsis no es una corriente continua; es a pulsos. La señal es un pulso que cruza una brecha conectada por la acetilcolina (considerémosla como el puente entre las neuronas), y cuando esta señal ha sido recibida, la sinapsis tiene que ser despejada. De eso se encarga la acetilcolinesterasa. Ella es excelente degradando la acetilcolina, y esto asegura que el paso de la señal no siga encendido.
Los agentes nerviosos son extremadamente eficientes para desactivar la enzima acetilcolinesterasa (y similares). Una molécula de gas nervioso, si alcanza la enzima, la apaga. Si consideramos que cada molécula de enzima acetilcolinesterasa dejara de degradar miles de miles de neurotransmisores (acetilcolina), las cosas quedan rápidamente fuera de control. La acetilcolina se aglomera en la sinapsis, lo que causa que todos los receptores en las neuronas estén siempre encendidos de forma no natural y exista una sobrecarga. El sistema nervioso se cae en cuestión de minutos (en el mejor de los casos) porque no existe una señal interpretable que llegue a los músculos. Los miembros, el corazón, los pulmones, ¡todo se apaga o espasma de manera incontrolable… mueres! Imagínense señores, microgramos de un agente nervioso son suficientes para matarnos. ¿Ahora ven por qué el planeta se alarma cada vez que hay ataques químicos
Ingeniero Mecánico, Ph.D.?
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