Calles, paradas y estacionómetros dañados
Publicado 2003/07/18 23:00:00
- Mogadiscio/
En aras de denunciar varias situaciones irregulares que ocurren en la ciudad de Panamá, en esta entrega publicaremos algunas anomalías con la que nos encontramos en un día común en esta urbe.
En diversas oportunidades se ha señalado el mal aspecto que presentan muchas de las vías importantes de la ciudad, sin embargo, a pesar que del Ministerio de Obras Públicas (MOP) informan que realizan las labores de reparación, el panameño común percibe lo contrario.
En la vía Ricardo J. Alfaro (Tumba Muerto), excatamente en la salida de la Urbanización El Bosque, el carril que conduce hacia San Miguelito, presenta marcadas grietas, las que tienen años de haberse producido y hasta el momento no son reparadas.
Del MOP aseguran que vienen desarrollando un plan de mejoramiento de la red vial en algunas arterias principales.
No obstante, algunas calles aún permanecen en estado deplorable a pesar que han sido denunciadas en varias oportunidades por los diferentes medios de comunicación, como las vías de Don Bosco, la calle de acceso a Veracruz, la famosa calle escalera de San Isidro, en San Miguelito, entre otras.
En el caso de las calles escaleras, el MOP anunció desde hace más de cinco meses que las iban a reparar, y hasta la fecha, los trabajos no han iniciado.
En el sector de Las Lajas, en el corregimiento de Las Cumbres, aún no han llegado las nuevas paradas que instala la Alcaldía de Panamá, a través de la empresa EUPAN.
En el lugar se pueden observar gran cantidad de paradas en pésimo estado, donde los usuarios del transporte colectivo tienen que esperar el autobús bajo las inclemencias del tiempo.
De la Alcaldía de Panamá informaron que actualmente el programa de instalación de las nuevas paradas se encuentra por los corregimientos de Río Abajo y Juan Díaz, y que próximamente estarán llegando a los sectores de Pedregal, Las Cumbres y Chilibre.
No obstante, el problema de las paradas dañadas no se circunscribe a la ciudad de Panamá, sino que distritos cercanos como San Miguelito y La Chorrera, presentan igual anomalía.
Otra situación que se ha vuelto regular en la ciudad son los estacionómetros dañados.
Esta anomalía se ha incrementado considerablemente, a tal punto que recientemente el tesorero municipal capitalino, Ventura vega manifestó que esta acción está ocasionando egresos considerables a la comuna.
Lo peor del caso es que las autoridades policiales y municipales saben que los causantes de este vandalismo son los indigentes y sobre todo los llamados piedreros, quienes en su afán de obtener dinero, destruyen estos aparatos así como los teléfonos públicos.
Recientemente el director de Información y Relaciones Públicas, de la Alcaldía de Panamá, Ricardo Lavieri indicó que el problema de los indigentes se lo quieren dejar en su totalidad al Municipio, cuando se debiera crear un comité interinstitucional incluyendo a la familia, para tratar este problema.
No obstante, existen funcionarios municipales, encargados de sancionar a quienes no depositan monedas en estos aparatos, que multan a los conductores que ubican sus vehículos en uno dañado, a sabiendas que no le pueden depositar el dinero.
Las señalizaciones vehiculares son códigos mundiales que tiene la función de orientar a los conductores, sobre diferentes situaciones. Pero, ¿qué pasa cuando éstas son tapadas y el conductor no las puede leer?
En las inmediaciones de la colegio Francisco Beckman, en el sector de Las Cumbres, hay varias señalizaciones que no se pueden ver debido a que están tapadas por los enormes herbazales que la rodean.
Así es, el dilema de los herbazales va más allá de la proliferación de alimañas, pues priva a los conductores de algún mensaje al momento de conducir, situación que puede ocasionar un accidente.
El letrero que los herbazales tapan, indica que en las inmediaciones caminan estudiantes, pero por el momento no cumple su cometido.
Los corregidores debieran ser más estrictos con este problema, pues cada vez se hace más frecuente y las sanciones por esta irregularidad se ejecuta a medias.
En diversas oportunidades se ha señalado el mal aspecto que presentan muchas de las vías importantes de la ciudad, sin embargo, a pesar que del Ministerio de Obras Públicas (MOP) informan que realizan las labores de reparación, el panameño común percibe lo contrario.
En la vía Ricardo J. Alfaro (Tumba Muerto), excatamente en la salida de la Urbanización El Bosque, el carril que conduce hacia San Miguelito, presenta marcadas grietas, las que tienen años de haberse producido y hasta el momento no son reparadas.
Del MOP aseguran que vienen desarrollando un plan de mejoramiento de la red vial en algunas arterias principales.
No obstante, algunas calles aún permanecen en estado deplorable a pesar que han sido denunciadas en varias oportunidades por los diferentes medios de comunicación, como las vías de Don Bosco, la calle de acceso a Veracruz, la famosa calle escalera de San Isidro, en San Miguelito, entre otras.
En el caso de las calles escaleras, el MOP anunció desde hace más de cinco meses que las iban a reparar, y hasta la fecha, los trabajos no han iniciado.
En el sector de Las Lajas, en el corregimiento de Las Cumbres, aún no han llegado las nuevas paradas que instala la Alcaldía de Panamá, a través de la empresa EUPAN.
En el lugar se pueden observar gran cantidad de paradas en pésimo estado, donde los usuarios del transporte colectivo tienen que esperar el autobús bajo las inclemencias del tiempo.
De la Alcaldía de Panamá informaron que actualmente el programa de instalación de las nuevas paradas se encuentra por los corregimientos de Río Abajo y Juan Díaz, y que próximamente estarán llegando a los sectores de Pedregal, Las Cumbres y Chilibre.
No obstante, el problema de las paradas dañadas no se circunscribe a la ciudad de Panamá, sino que distritos cercanos como San Miguelito y La Chorrera, presentan igual anomalía.
Otra situación que se ha vuelto regular en la ciudad son los estacionómetros dañados.
Esta anomalía se ha incrementado considerablemente, a tal punto que recientemente el tesorero municipal capitalino, Ventura vega manifestó que esta acción está ocasionando egresos considerables a la comuna.
Lo peor del caso es que las autoridades policiales y municipales saben que los causantes de este vandalismo son los indigentes y sobre todo los llamados piedreros, quienes en su afán de obtener dinero, destruyen estos aparatos así como los teléfonos públicos.
Recientemente el director de Información y Relaciones Públicas, de la Alcaldía de Panamá, Ricardo Lavieri indicó que el problema de los indigentes se lo quieren dejar en su totalidad al Municipio, cuando se debiera crear un comité interinstitucional incluyendo a la familia, para tratar este problema.
No obstante, existen funcionarios municipales, encargados de sancionar a quienes no depositan monedas en estos aparatos, que multan a los conductores que ubican sus vehículos en uno dañado, a sabiendas que no le pueden depositar el dinero.
Las señalizaciones vehiculares son códigos mundiales que tiene la función de orientar a los conductores, sobre diferentes situaciones. Pero, ¿qué pasa cuando éstas son tapadas y el conductor no las puede leer?
En las inmediaciones de la colegio Francisco Beckman, en el sector de Las Cumbres, hay varias señalizaciones que no se pueden ver debido a que están tapadas por los enormes herbazales que la rodean.
Así es, el dilema de los herbazales va más allá de la proliferación de alimañas, pues priva a los conductores de algún mensaje al momento de conducir, situación que puede ocasionar un accidente.
El letrero que los herbazales tapan, indica que en las inmediaciones caminan estudiantes, pero por el momento no cumple su cometido.
Los corregidores debieran ser más estrictos con este problema, pues cada vez se hace más frecuente y las sanciones por esta irregularidad se ejecuta a medias.
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