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Caos y Cuaresma
Charlie Del Cid - Publicado:
Cada día es más insufrible el tránsito en nuestra pequeña-gran ciudad de Panamá.Escucho los comentarios de los expertos que dicen que la construcción de pasos elevados, cintas costeras y otras obras públicas alteran el normal flujo vehicular.Estos días que empezaban las clases de los colegios particulares no me fue extraño ser testigo de varias colisiones vehiculares matutinas.Algunas eran por la típica imprudencia de “tirarnos por fuera” para luego entrar; otras, por no guardar la distancia.En el momento hacía mi oración y le pedía a Dios: “Señor guárdame de las imprudencias de los otros y de las mías”.Hace años el famoso sargento Magallón decía que el vehículo era un arma en potencia.La cuaresma o “cuarentena”, como me dijo una niña de primaria, es un tiempo para pedir a Dios que nos libre de la imprudencia.Definitivamente que se requiere de nuestra colaboración.Más vale perder unos segundos, que luego perder horas hasta que llegue el policía del tránsito, visitas a la aseguradora, juzgados y otras oficinas más.La cuaresma no es para comer pescado, es para reorientar nuestra vida.Es un tiempo para pedirle a Dios que nuestro caos se vuelva cosmos.Este año se cumplen doscientos años del nacimiento de Charles Darwin, el gran científico de la evolución.En su momento los liberales, marxistas, ateos, agnósticos utilizaron las investigaciones de este sabio para cuestionar la Biblia y sobre todo el creacionismo.No pocos sabios de este mundo, entre ellos Francis Collins, afirman que la evolución del universo no riñe con la creencia en un Dios Creador, lo que los anglosajones llaman el “diseño inteligente”.Esta cuaresma es un buen momento para pedirle a Dios que renueve el diseño inteligente en nuestra vida, que nos haga pasar del caos al cosmos, así como ocurrió con el “Big Bang” inicial.Que nos demos cuenta que el planeta requiere de nuestro concurso.Una de las cosas más lindas de ser criaturas libres, ninguna otra creatura a excepción de los ángeles goza de este don, es que podemos cooperar con la obra creadora.Los científicos afirman que el universo está en expansión.Teológicamente significa que Dios no terminó su obra creadora; sigue sosteniendo el cosmos y nos ha asociado al cuidado y plenitud de todo lo que existe.Tenemos que llevar al universo de la mano para que sea redimido.Ninguna de los millones de galaxias que existen, ni los agujeros negros, ni las supernovas son inteligentes.Tampoco los árboles, las fuentes de agua, los mares pueden ir hacia Dios; los cromosomas, los genes, los componentes del ADN, con todo lo perfecto que son, no pueden ir hacia Dios por sí mismos.Acerquémonos a Dios en la cuaresma para que nos haga pasar del caos al cosmos, del desorden al orden, de la muerte a la vida, de la vejez a la juventud como en el extraño caso de Benjamin Button, como nos ha invitado a reflexionar el padre Cantalamessa en sus ejercicios espirituales de cuaresma.