Cédulas de identidad
Publicado 2004/03/25 00:00:00
En Panamá estamos acostumbrados al hecho de que todo ciudadano debe portar una cédula de identidad personal, la cual las autoridades pueden exigir y estamos obligados a presentarla. Pero no todos los países del mundo cuentan con este sistema. Frente a la "guerra contra el terrorismo", sin embargo, el debate sobre este tipo de documento y requerimiento ha cobrado vigencia, en particular en países anglosajones como Inglaterra y Estados Unidos (EU), donde no existe un instrumento de identificación nacional o regional obligatorio.
Los países de la Unión Europea (salvo Irlanda y Dinamarca) cuentan con algún tipo de cédula, tarjeta o carné de identificación personal, ya sea que opere localmente o en todo el país. Todas las naciones en América Latina, como Argentina, Brasil, Uruguay, Chile, Colombia, Costa Rica, entre otros, las requieren. Es más, en aquellas como Afganistán, no se trata de una cédula sino de un librito de 16 páginas denominado "Tazkira" y en Polonia se asemeja a un pasaporte denominado "Dowod osobisty". En Oriente, países como Malasia, Tailandia y China ya están implementando tarjetas de identificación inteligentes -es decir, que tienen "microchips" que incluyen todo tipo de información personal que puede ser verificada contra un registro electrónico nacional.
En Inglaterra y en EU aún no existen cédulas como tal. No obstante, recientemente, el gobierno inglés propuso introducir un documento de identificación nacional, luego de modificar los pasaportes y licencias de conducir para incorporar aspectos biométricos (incluyendo fisiológicos). Justifica la iniciativa indicando que traerá consigo grandes beneficios para combatir la inmigración y el trabajo ilegal, reforzar la seguridad nacional, luchar contra impostores y regular más estrictamente el acceso a servicios públicos. El gobierno ha resaltado que este tipo de medidas aumentará el sentimiento de nacionalidad de pertenecer al país y de compartir una ciudadanía y una identidad.
Si se aprueba la ley, se espera que se comiencen a introducir en el 2007 ó 2008. Pero, como está actualmente concebida la propuesta, no será obligatorio portar el documento ni autorizará a la policía a requerirla al detener a alguien. Con similares motivaciones, la administración Bush en EU está promoviendo algo similar. Sin embargo, en estos últimos países, donde el derecho a la privacidad y la desconfianza del Estado están profundamente arraigados, la medida ha generado una gran controversia. De hecho, en estos días la Corte Suprema de EU decidirá un caso que guarda relación con la introducción de cédulas nacionales.
En particular, el caso determinará si una persona está obligada a dar su nombre a la policía cuando existe alguna sospecha, pero no hay motivo fundado. Es improbable que la Corte se aventure a decidir más allá de lo necesario. Se limitará a contestar la interrogante planteada, a saber, si una persona está obligada a dar su nombre o presentar algún tipo de identificación cuando la autoridad cuenta con alguna sospecha, aunque sea leve, evitando el embrollo de las cédulas nacionales. Pero, dada las iniciativas gubernamentales y los derechos ciudadanos, anticipamos que habrá enfrentamientos intelectuales entre las autoridades y las personas que ven amenazada su privacidad.
Los países de la Unión Europea (salvo Irlanda y Dinamarca) cuentan con algún tipo de cédula, tarjeta o carné de identificación personal, ya sea que opere localmente o en todo el país. Todas las naciones en América Latina, como Argentina, Brasil, Uruguay, Chile, Colombia, Costa Rica, entre otros, las requieren. Es más, en aquellas como Afganistán, no se trata de una cédula sino de un librito de 16 páginas denominado "Tazkira" y en Polonia se asemeja a un pasaporte denominado "Dowod osobisty". En Oriente, países como Malasia, Tailandia y China ya están implementando tarjetas de identificación inteligentes -es decir, que tienen "microchips" que incluyen todo tipo de información personal que puede ser verificada contra un registro electrónico nacional.
En Inglaterra y en EU aún no existen cédulas como tal. No obstante, recientemente, el gobierno inglés propuso introducir un documento de identificación nacional, luego de modificar los pasaportes y licencias de conducir para incorporar aspectos biométricos (incluyendo fisiológicos). Justifica la iniciativa indicando que traerá consigo grandes beneficios para combatir la inmigración y el trabajo ilegal, reforzar la seguridad nacional, luchar contra impostores y regular más estrictamente el acceso a servicios públicos. El gobierno ha resaltado que este tipo de medidas aumentará el sentimiento de nacionalidad de pertenecer al país y de compartir una ciudadanía y una identidad.
Si se aprueba la ley, se espera que se comiencen a introducir en el 2007 ó 2008. Pero, como está actualmente concebida la propuesta, no será obligatorio portar el documento ni autorizará a la policía a requerirla al detener a alguien. Con similares motivaciones, la administración Bush en EU está promoviendo algo similar. Sin embargo, en estos últimos países, donde el derecho a la privacidad y la desconfianza del Estado están profundamente arraigados, la medida ha generado una gran controversia. De hecho, en estos días la Corte Suprema de EU decidirá un caso que guarda relación con la introducción de cédulas nacionales.
En particular, el caso determinará si una persona está obligada a dar su nombre a la policía cuando existe alguna sospecha, pero no hay motivo fundado. Es improbable que la Corte se aventure a decidir más allá de lo necesario. Se limitará a contestar la interrogante planteada, a saber, si una persona está obligada a dar su nombre o presentar algún tipo de identificación cuando la autoridad cuenta con alguna sospecha, aunque sea leve, evitando el embrollo de las cédulas nacionales. Pero, dada las iniciativas gubernamentales y los derechos ciudadanos, anticipamos que habrá enfrentamientos intelectuales entre las autoridades y las personas que ven amenazada su privacidad.
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