Censo
- Rosendo Torres
Cada 10 años tenemos que quedarnos en nuestras casas esperando a los empadronadores que vienen a interrogarnos con preguntas precisas. De acuerdo con los preparativos se paraliza toda actividad por varias horas o por todo el día.
Los censos históricamente se han llevado con gran seriedad en nuestro país al extremo que en muchos países se refieren a esta actividad panameña como ejemplar.
Existen publicaciones basadas en los resultados de los censos que sirven de referencias confiables para planificar distintas actividades de provecho entre los panameños.
Nos vamos a enterar no solo cuántos somos los nacidos en el país sino también los que conviven con nosotros. Cuántos se consideran estudiantes y cuántos profesionales graduados en distintas tareas comunitarias. Finalmente nos vamos a confirmar que somos el país menos poblado de Centroamérica. Se pronostica que vamos a llegar a los 3 millones seiscientos mil para que al relativizarnos con otros países, veamos las ventajas y desventajas del número de la población y los porcentajes desfavorables cuando con tan escasa población, tenemos enfermedades como el SIDA y otras pestes modernas en niveles superiores.
Los censos los encontramos ya en la sagrada Biblia en el libro de los Números que aunque la práctica era poner siempre el título según fuera la primera palabra u oración del texto, la Biblia hebrea llama al cuarto libro del Pentateuco "Benidbar", es decir en el desierto, aludiendo al lugar donde se desarrolla la trama de la narración. La versión griega de los Setenta se hace referencia, efectivamente a dos censos de los israelitas en el desierto; uno antes de partir del Sinaí, y otro en las llanuras de Moab, al Este del río Jordán, dice el texto en el capítulo primero. El día primero del segundo mes del segundo año, cuando hacía poco más de un año que los israelitas habían salido de Egipto, el Señor se dirigió a Moisés en el desierto de Sinaí, en la tienda del encuentro con Dios y le dijo: "hagan un censo de todos los israelitas por clanes y familias, para saber el nombre y el número exacto de todos los hombres de veinte años para arriba, aptos para la guerra". Y en otros textos bíblicos se mencionan los censos.
De todos modos ellos nos confirmaran en datos ya conocidos o nos ilustrarán en otras deficiencias. El asunto étnico afro no va sino a confirmar nuestros orígenes según lo que afirma el historiador jesuita el Padre Mercado que con cierto dejo de admiración y sorpresa dice que los misioneros creyendo que encontrarían indígenas en Panamá, se toparon con una población similar a la de Abisinia donde dominaban los afros. Luego el énfasis del censo confirmará lo observado por los jesuitas misioneros de los años 1600s.
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