¿Conoces el otro lado de México?

No todo es inseguridad, violencia, narcotráfico, corrupción. Créanme, existe un país espectacular llamado México del que hoy te voy a contar algo. Como mexicano que reside en Panamá, me duele mucho escuchar cuando se habla de mi país e inmediatamente todo se traduce a inseguridad, violencia, narcotráfico, corrupción y un sinfín de problemas que día a día afectan a nuestra sociedad; sin embargo, hoy les quiero contar del otro lado de mi México, hoy te hablaré del D.F.

Desde mi llegada el pasado domingo al Distrito Federal y después de pasar por estrictos y rigurosos procedimientos de seguridad, los cuales en todo momento estuvieron respaldados por una gran cortesía y amabilidad del personal, finalmente salí del aeropuerto internacional de Ciudad de México hacia mi destino en el sur de la ciudad.

Me sentí como turista en mi propio país, los avances de las vialidades han disminuido de forma impresionante el tráfico que agobiaba a nuestra ciudad con un poco más de 3 millones de autos, donde antes me tomaba de 45 minutos a una hora a llegar a mi destino, hoy son solo 15-20 minutos, aún recuerdo como nos quejábamos por las obras viales, hoy no quisiéramos que se detuvieran, la ciudad ha cambiado tanto que el segundo piso del periférico nos permite ver panorámicas de la ciudad nunca antes imaginadas.

Hablar de México es hablar de arte y cultura, basta recorrer la avenida Reforma y ver muestras de escultura a lo largo de su recorrido incluyendo monumentos históricos, espectaculares glorietas hasta llegar a la sección de Chapultepec y en solo pocos metros adentrarnos en el Museo Rufino Tamayo, donde con sus muestras de pintura y escultura se pueden pasar tardes enteras, de ahí a pocos metros, el Museo de Antropología e Historia custodiado celosamente por Tláloc (dios de la lluvia), en el cual te encontrarás con el paso de nuestro tiempo de una forma por demás única. Este museo, creación del arquitecto Pedro Ramírez Vásquez, ha sido premiado a nivel internacional.

Continuar por Reforma y llegar al centro histórico es como estar en el túnel del tiempo, por un lado encuentras la explanada del majestuoso Zócalo conocido como "Plaza Mayor", "Plaza de Armas", "Zócalo" (por la base del monumento que en el siglo XIX se pensó colocar en ella y quedó inconcluso) rodeado de edificios de principios de siglo incluyendo el palacio de gobierno, la imponente Catedral Metropolitana y el edificio de la jefatura de Gobierno del D.F. y por el otro a solo metros el Templo Mayor, una obra construida por los aztecas en el siglo XIV, siendo esta la última de las pirámides descubiertas de esta civilización, la cual fue encontrada gracias a las excavaciones de la ruta del metro, ¡qué ironía!, hoy es lugar donde miles de turistas pueden constatar la existencia de nuestros antepasados.

En el Zócalo capitalino (como se le conoce) se realizan desde conciertos masivos, marchas de protesta, celebraciones de independencia y la muestra más simbólica del patriotismo en México, donde nuestra bandera de más de 30 metros de longitud es izada y bajada todos los días a las 6:00 a.m. y a las 6:00 p.m., respectivamente, por erguidos soldados que velan porque ninguno de sus hilos toque el suelo al son de los tambores y el clarín. Después de este espectáculo, te recomiendo disfrutar de un buen café en las terrazas del hotel Majestic o del Gran Hotel de la Ciudad de México o caminar por la calle Madero o Cinco de Mayo hasta llegar a la Casa de Los Azulejos, donde los molletes, los chilaquiles y los huevos rancheros acompañados de frijoles refritos y totopos pueden pasar como el mejor manjar.

Visitar la zona de Polanco es conocer el México moderno, vibrante, elegante y al mismo tiempo aristócrata, caminar, sí, así como lo oye, caminar por la avenida de los Campos Elíseos y las calles de los principales pensadores y filósofos como Homero, Arquímedes y Platón te llevarán por un recorrido de moda, hotelería, cafés al aire libre, terrazas y una gama de restaurantes como la Hacienda de Los Morales donde platillos como los chiles en nogada, las crepas de huitlacoche y el filete de res en salsa guajillo te permitirán entender la riqueza de nuestra cocina.

México no solo tiene el orgullo de producir tequila, también produce un excelente café y este lo podrás encontrar en todos los rincones de la ciudad donde establecimientos como Cielito Lindo Café, se han ido posicionando en la mente del consumidor nacional por encima de las franquicias internacionales, agregando un toque de sabor mexicano como la horchata y la cajeta.

Hablar de México y no hablar de tacos es imposible, en el barrio de Coyoacán nuestra oferta incluye por mencionar solo algunos a los tacos al pastor, de carne, de chuleta, de bistec, de cochinita, dorados, de cecina, de chorizo con papa, las famosas gringas del Charco de las Ranas en Mixcoac o los volcanes del Farolito, estos lugares que abren sus puertas hasta altas horas de la noche-madrugada, son ideales para cerrar una noche de fiesta o simplemente una cena casual. Te invito a conocer el otro lado de mi México, estoy seguro de que te gustará.