El Fondo Monetario de las gallinas de ño Acémila Pérez
Publicado 2000/01/04 00:00:00
Acémila Pérez tenía una buena cría de gallinas de patio, pero "El Niño" aplastó la cosecha de maíz que tenía en su huerta. No sabía qué hacer.
Pasó por allá un sabio alquimista y le dijo: "Pero hombre.... si usted tiene la solución en sus gallinas. Vaya al pueblo, venda unas tres gallinas y con esa venta compra el maíz... y sanseacabó". Y ño Acémila expresó: "¡Ah... qué burro soy!" Siguió el consejo del economista. Cada semana iba al pueblo, vendía sus pollonas y compraba maíz. Mas al poco tiempo sucedió algo impensado. Cuando vendió las últimas dos gallinas y compró el maíz Brady: al retornar a la choza, ño Acémila Pérez exclamó: "!Ah... qué mula soy!... si me quedé sin gallinas..."
Los alquimistas de este país han decidido acabar con el Fondo Fiduciario.
Ahora, para comprar bonos Brady y pagar deuda externa, la impagable. Ellos dijeron que el proceso anterior endeudó innecesariamente al país. Pero con aquellos préstamos construyó, entre otras cosas, La Fortuna, Bayano y se creó el IRHE, el INTEL y demás empresas estatales. Después (al brotar la supuesta democracia) acudió la fantasía (realismo-mágico, que se dice) en el asno del neoliberalismo. Se manipuló el refrán de que el Estado resultaba un chambón como administrador y era un negocio redondo vender lo que se había hecho con los préstamos. Con la mala venta (porque el Ingenio de La Victoria lo vendieron por un tercio de lo que valía) se creó fiduciario para pagar unos 1800 milloncejos y revertir buena parte de la deuda, a favor de Panamá, en unos 500 millones.
Eso es un parecer, una idea genialísima, como le sucedió a ño Acémila Pérez.
O sea, el proceso con los préstamos acumuló la deuda externa, mas con ella pudo crear y modernizar empresas productivas que pasaron al Estado. Ahora se vende las empresas y con dicho fondo se paga parte de la misma deuda que el Estado adquirió y las empresas, libres de polvo y de paja, ya supremamente bien lavadas, queden en manos de empresas privadas locales y extranjeras (sobretodo). ¡Qué maravilla, qué milagro de dios!
Y estos se hace cuando, en estos momentos, países europeos como Inglaterra acaban de condonar pesadas deudas de países africanos sobre la base de que tales gobiernos utilicen, lo que pagaban de intereses de sus deudas, en proyectos sociales. Esta novedad del 2000 (que nadie ha comentado en Panamá) es el producto de la lucha que los pueblos han hecho contra el pago inhumano de la deuda impagable y también los aportes de los científicos que proveen una miseria bestial, capaz de arrastrar, en sus embates, con el paraíso digital del mundo de los multimillonarios. Esa nueva corriente del tercer milenio también cobrara impulso sobre los super-millonarios gringos. Y cuando esto ya ocurre, correr, a todo trapo, a comprar bonos Brady, en realidad se preguntaría el viejo ño Acémila Pérez. "¿qué negocio real y oscuro hay debajo de este apurado malabarismo antinacional?
En todo esto, muchas cosas extrañas se esconden y también desluce la táctica bromada de comparar a Panamá con Argentina, a Arnulfo con Perón y a Evita con doña Mireya... Ya que parte de los dineros que se obtenga, con lo del asalto del Fondo Fiduciario y la venta de acciones que aún no fueron mordidas, de las fenecidas empresas estatales, será para realizar sencillas obras, formalmente necesarias para los pobres, pero con el contenido de una política simplemente clientelista y no de un verdadero desarrollo socio-económico, trascendente productivo y sostenible. ¿Total? Nos quedaremos sin las gallinas de ño Acémilia y sin los huevos.
Pasó por allá un sabio alquimista y le dijo: "Pero hombre.... si usted tiene la solución en sus gallinas. Vaya al pueblo, venda unas tres gallinas y con esa venta compra el maíz... y sanseacabó". Y ño Acémila expresó: "¡Ah... qué burro soy!" Siguió el consejo del economista. Cada semana iba al pueblo, vendía sus pollonas y compraba maíz. Mas al poco tiempo sucedió algo impensado. Cuando vendió las últimas dos gallinas y compró el maíz Brady: al retornar a la choza, ño Acémila Pérez exclamó: "!Ah... qué mula soy!... si me quedé sin gallinas..."
Los alquimistas de este país han decidido acabar con el Fondo Fiduciario.
Ahora, para comprar bonos Brady y pagar deuda externa, la impagable. Ellos dijeron que el proceso anterior endeudó innecesariamente al país. Pero con aquellos préstamos construyó, entre otras cosas, La Fortuna, Bayano y se creó el IRHE, el INTEL y demás empresas estatales. Después (al brotar la supuesta democracia) acudió la fantasía (realismo-mágico, que se dice) en el asno del neoliberalismo. Se manipuló el refrán de que el Estado resultaba un chambón como administrador y era un negocio redondo vender lo que se había hecho con los préstamos. Con la mala venta (porque el Ingenio de La Victoria lo vendieron por un tercio de lo que valía) se creó fiduciario para pagar unos 1800 milloncejos y revertir buena parte de la deuda, a favor de Panamá, en unos 500 millones.
Eso es un parecer, una idea genialísima, como le sucedió a ño Acémila Pérez.
O sea, el proceso con los préstamos acumuló la deuda externa, mas con ella pudo crear y modernizar empresas productivas que pasaron al Estado. Ahora se vende las empresas y con dicho fondo se paga parte de la misma deuda que el Estado adquirió y las empresas, libres de polvo y de paja, ya supremamente bien lavadas, queden en manos de empresas privadas locales y extranjeras (sobretodo). ¡Qué maravilla, qué milagro de dios!
Y estos se hace cuando, en estos momentos, países europeos como Inglaterra acaban de condonar pesadas deudas de países africanos sobre la base de que tales gobiernos utilicen, lo que pagaban de intereses de sus deudas, en proyectos sociales. Esta novedad del 2000 (que nadie ha comentado en Panamá) es el producto de la lucha que los pueblos han hecho contra el pago inhumano de la deuda impagable y también los aportes de los científicos que proveen una miseria bestial, capaz de arrastrar, en sus embates, con el paraíso digital del mundo de los multimillonarios. Esa nueva corriente del tercer milenio también cobrara impulso sobre los super-millonarios gringos. Y cuando esto ya ocurre, correr, a todo trapo, a comprar bonos Brady, en realidad se preguntaría el viejo ño Acémila Pérez. "¿qué negocio real y oscuro hay debajo de este apurado malabarismo antinacional?
En todo esto, muchas cosas extrañas se esconden y también desluce la táctica bromada de comparar a Panamá con Argentina, a Arnulfo con Perón y a Evita con doña Mireya... Ya que parte de los dineros que se obtenga, con lo del asalto del Fondo Fiduciario y la venta de acciones que aún no fueron mordidas, de las fenecidas empresas estatales, será para realizar sencillas obras, formalmente necesarias para los pobres, pero con el contenido de una política simplemente clientelista y no de un verdadero desarrollo socio-económico, trascendente productivo y sostenible. ¿Total? Nos quedaremos sin las gallinas de ño Acémilia y sin los huevos.
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