El Poder del Yo Individual
- Miguel A. Boloboski Ferreira
Por más insólito que parezca, hacerse la pregunta correcta ante cualquier hecho que afecte (o no) nuestra vida, tiene una incidencia proporcionalmente directa en la calidad de la misma. Comprobar este teorema aunque imperceptible, es algo que ocurre a diario ante los resultados de nuestras decisiones. Una buena pregunta como principio lógico previo a la toma de cualquier decisión, conduce por lo general a un buen resultado y viceversa. Típica es la toma de decisión matrimonial. Independientemente de las razones o causas por las cuales los índices de divorcios en Panamá van en aumento; cierto es que si además del aspecto sentimental consideráramos matices relacionados al porqué profundo de la decisión, con certeza habría menos divorcios (positivo para la sociedad, negativo para los abogados). Y ante una eventual errada decisión contamos con las alternativas de disolución que establece el Código de la Familia. Desafortunadamente no ocurre así con las decisiones que tomamos cada cinco años durante las elecciones.
Elevar el nivel de nuestra sociedad implica un cambio de actitud ante el futuro, y eso únicamente se logra utilizando de manera sabia (pregunta ¿?) el poder que nos entrega la Constitución Política a través del Voto. Empero; ¿cómo es que una simple pregunta al yo individual puede transformar al nosotros comunitario desde una situación complicada y llena de elementos que hacen impredecibles sus resultados? Elemental; “son los pequeños detalles los que demuestran la grandeza y carácter del ser, lo que nos hace prever”.
Imaginemos lo que el ejercicio de ese poder implicaría al llevarlo al límite. Las encuestas producto de nuestra “pensada decisión” a ser ejercida y manifestada en último minuto, mostrarían que el porcentaje de “indecisos” es abrumadoramente superior al de todos los candidatos juntos ante cualquier puesto de elección popular. ¡Ay bendito!, la que se armaría. Candidatos, medios de comunicación, encuestadoras, publicitarias, comandos de campaña, proveedores en general, y todos aquellos con un exclusivo y voraz interés pecuniario, estarían literalmente “más allá de la locura”, haciéndose preguntas motivadas por la incertidumbre; imaginándose los fantasmas, laberintos y consecuencias de una derrota.
Los perdedores de hoy serían los ganadores de mañana, o sea, nosotros los votantes. Finalmente los ganadores de hoy (la clase política) serán los perdedores de mañana, vale decir, todos los que de alguna manera u otra nos engañaron. El elemento principal que nos debe ayudar a encontrar respuesta a la correcta pregunta; es un cambio de actitud. Asumir una actitud positiva y alerta desde la cual estemos absolutamente convencidos que la situación que se nos presenta tiene solución, y que nosotros podemos encontrarla, es fundamental para el logro del objetivo que se plantea; sin olvidar que la clave está en hacernos esta pregunta desde una perspectiva emocionalmente desapegada.
*Administrador de Empresa, Profesor Universitario.
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