Embarazos embarazosos y causas de pobreza
Publicado 2002/10/04 23:00:00
- William Salal
"Una nación no es más que una asamblea de hogares; por ende, si en la mayoría de ellos se procrean más niños de los que pueden mantener, la pobreza es la única expectativa".
He leído en diversos documentos que Panamá tiene, desde hace décadas, uno de los peores porcentajes de distribución de la riqueza; y tal como diría un interiorano. "Tras de cotudo, le salen paperas", puesto que tenemos, en dudosa compensación, una de las tazas de fertilidad más altas y afincadas, por supuesto, en las clases sociales de menores ingresos y de menos edad cronológica con un creciente número de adolescentes que culminan sus estudios con el clásico "diploma" de aquella canción caribeña.
Hace unos meses se celebró en la televisión, una mesa redonda en la que participaron varias damas, profesionales todas en diversas ramas. El tema tratado: "Embarazos en las adolescentes y las causas de los mismos". Como motivaciones, se plantearon diversos argumentos, algunos plausibles: causas sentimentales, escapismo a conflictos familiares, economía, el jugar a la "ruleta rusa" en cuanto a la posibilidad de salir o no encinta. Otros argumentos fueron menos que sorprendentes: causas sociales, la tolerancia tacita de candidatos a abuelos que quieren serlo pronto, particularmente las abuelas. Sin embargo, nadie se atrevió a plantear el único argumento que constituye la real causa de que las adolescentes, en particular, y las mujeres en general, salgan en cinta, tener relaciones sexuales sin tomar precauciones anticonceptivas.
El tabú temático se hizo presente una vez más, ya no a nivel familiar, ni escolar sino, incluso, en un programa televisivo que tenía, supuestamente, intenciones didácticas. Se insinuó, muy discretamente, que el insistir en educación sexual, podría constituir un insinuante motivador para los jóvenes. Este risible argumento se refuta con otro más irrefutable aún a nivel comparativo, ya que a ningún adolescente hay necesidad de estimularle el apetito sexual ni el estomacal.
Lo que sí es necesario es el enseñarle a utilizar los cubiertos y los anticonceptivos, sin que por ello haya que temer que le aumente su capacidad digestiva o su equivalente metafórico. A esa edad el estómago y los órganos sexuales parecieran tener una permanente competencia que, por lo regular, finaliza en empate.
Los medios de comunicación periódicamente nos entristecen con noticias de supuestos crímenes pasionales, que se matizan, destacando que queda un número plural de hijos en la orfandad, lo que hace dudosa la supuesta causal pasional del crimen. La cantidad de hijos involucrados hace concluir que la motivación del crimen es de eminente desesperación económica. Otras veces son dolorosos suicidios, como el acontecido en el pasado mes de febrero por parte de una señora, quien parió su primera hija a los catorce años. Al cumplir 31 ya tenía un total de seis hijos, una nieta y otra en proceso de llegar, ya que su hija mayor siguió los pasos de su madre, pariendo también a los catorce años. La pobre señora, rica en fertilidad, trabajaba de empleada doméstica, mas, sin embargo, eran ocho bocas que alimentar...
En muchos países, hoy en día, se examina a los estudiantes al llegar a la escuela con detector de metales (armas), se les registra (drogas), y se les distribuyen preservativos (SIDA y preñez).
En el pasado carnaval, a funcionarios de menor jerarquía de un organismo de salud, se les ocurrió la genial idea de recoger todos los preservativos que estaban a la venta en una conocida farmacia, para "autenticar su número de registro..."
Se requiere urgente educación sexual integral en las escuelas, con calificación e inclusión en las materias prioritarias. Control drástico de todo tipo de armas. Distribución de anticonceptivos.
Aprobación de la ley, actualmente en proceso, que permitirá a cada mujer, bajo su exclusivo criterio, decidir el operarse para no tener más hijos. La alternativa, en caso de que continuemos haciendo como el avestruz, sería cada vez más adolescentes preñadas y mujeres adultas sobre paridas y por ende, cada vez más pobreza y delitos ...
He leído en diversos documentos que Panamá tiene, desde hace décadas, uno de los peores porcentajes de distribución de la riqueza; y tal como diría un interiorano. "Tras de cotudo, le salen paperas", puesto que tenemos, en dudosa compensación, una de las tazas de fertilidad más altas y afincadas, por supuesto, en las clases sociales de menores ingresos y de menos edad cronológica con un creciente número de adolescentes que culminan sus estudios con el clásico "diploma" de aquella canción caribeña.
Hace unos meses se celebró en la televisión, una mesa redonda en la que participaron varias damas, profesionales todas en diversas ramas. El tema tratado: "Embarazos en las adolescentes y las causas de los mismos". Como motivaciones, se plantearon diversos argumentos, algunos plausibles: causas sentimentales, escapismo a conflictos familiares, economía, el jugar a la "ruleta rusa" en cuanto a la posibilidad de salir o no encinta. Otros argumentos fueron menos que sorprendentes: causas sociales, la tolerancia tacita de candidatos a abuelos que quieren serlo pronto, particularmente las abuelas. Sin embargo, nadie se atrevió a plantear el único argumento que constituye la real causa de que las adolescentes, en particular, y las mujeres en general, salgan en cinta, tener relaciones sexuales sin tomar precauciones anticonceptivas.
El tabú temático se hizo presente una vez más, ya no a nivel familiar, ni escolar sino, incluso, en un programa televisivo que tenía, supuestamente, intenciones didácticas. Se insinuó, muy discretamente, que el insistir en educación sexual, podría constituir un insinuante motivador para los jóvenes. Este risible argumento se refuta con otro más irrefutable aún a nivel comparativo, ya que a ningún adolescente hay necesidad de estimularle el apetito sexual ni el estomacal.
Lo que sí es necesario es el enseñarle a utilizar los cubiertos y los anticonceptivos, sin que por ello haya que temer que le aumente su capacidad digestiva o su equivalente metafórico. A esa edad el estómago y los órganos sexuales parecieran tener una permanente competencia que, por lo regular, finaliza en empate.
Los medios de comunicación periódicamente nos entristecen con noticias de supuestos crímenes pasionales, que se matizan, destacando que queda un número plural de hijos en la orfandad, lo que hace dudosa la supuesta causal pasional del crimen. La cantidad de hijos involucrados hace concluir que la motivación del crimen es de eminente desesperación económica. Otras veces son dolorosos suicidios, como el acontecido en el pasado mes de febrero por parte de una señora, quien parió su primera hija a los catorce años. Al cumplir 31 ya tenía un total de seis hijos, una nieta y otra en proceso de llegar, ya que su hija mayor siguió los pasos de su madre, pariendo también a los catorce años. La pobre señora, rica en fertilidad, trabajaba de empleada doméstica, mas, sin embargo, eran ocho bocas que alimentar...
En muchos países, hoy en día, se examina a los estudiantes al llegar a la escuela con detector de metales (armas), se les registra (drogas), y se les distribuyen preservativos (SIDA y preñez).
En el pasado carnaval, a funcionarios de menor jerarquía de un organismo de salud, se les ocurrió la genial idea de recoger todos los preservativos que estaban a la venta en una conocida farmacia, para "autenticar su número de registro..."
Se requiere urgente educación sexual integral en las escuelas, con calificación e inclusión en las materias prioritarias. Control drástico de todo tipo de armas. Distribución de anticonceptivos.
Aprobación de la ley, actualmente en proceso, que permitirá a cada mujer, bajo su exclusivo criterio, decidir el operarse para no tener más hijos. La alternativa, en caso de que continuemos haciendo como el avestruz, sería cada vez más adolescentes preñadas y mujeres adultas sobre paridas y por ende, cada vez más pobreza y delitos ...
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