En el territorio FSM
Publicado 2005/02/02 00:00:00
- Ginela Escala M./
En el comité se definió realizar el FSM de manera descentralizada en el 2006 y reunirse concentradamente en el 2007 en Africa.
IMAGÍNESE UNA urbe con población parecida a la ciudad de Panamá, que recibe a 150 mil personas provenientes de 60 países al mismo tiempo, y que se concentran en un área habilitada con muchas toldas grandes donde se realizan más de dos mil eventos (debates, conferencias, talleres, reuniones, mesas redondas y actividades culturales). Esta área de divide en 11 espacios temáticos cuyos sugestivos nombre ya le dan una pista: Orden democrático, economías soberanas, derechos humanos y dignidad, paz y desmilitarización, bienes comunes de la tierra y los pueblos; comunicación, arte y creación; diversidades; luchas sociales; pensamiento autónomo; ética cosmovisión y espiritualidad.
En medio de los espacios, 40 mil jóvenes se reunen en el campamento intercontinental de la juventud. A todo esto se le conoce como el territorio FSM, es decir Foro Social Mundial. El evento realizado entre el 26 al 31 de enero tuvo lugar en el litoral del Lago Guaiba en la ciudad brasileña de Porto Alegre. Es el quinto foro mundial y sigue manteniendo con firmeza su lema principal: "Otro mundo es posible".
La ciudad vibra con las actividades del evento, que fue antecedido por foros locales, regionales y temáticos en todo el mundo, y todos los servicios e infraestructura y, en especial, la hospitalidad, se vuelca hacia los visitantes del Foro cuya realización costó unos seis millones de dólares aportados por la municipalidad, la cooperación internacional, los participantes y el gobierno federal.
Una inmensa, colorida y combativa marcha abre el evento donde se mezclan ideas, culturas, etnias unidos por el propósito común de humanizar el planeta desde la diversidad y la pluralidad, convirtiéndose en el polo de un debate global que tiene su opuesto en la reunión del foro económica en Davos.
El FSM es un espacio participativo y cada vez más descentralizado que busca aglutinar en forma incluyente, el arco iris de movimientos sociales, ONG, redes, políticos y personas que creen que la situación de desigualdad, injusticia, racismo, machismo, guerra, pobreza del mundo que vivimos puede y debe cambiar hacia otra realidad mejor. Un aspecto fundamental del debate en el FSM es si sigue siendo un espacio o se transforma en un ente más propositivo y activo. Lo cierto es que las propuestas abundaron, pues cientos de murales conteniendo propuestas se congregaron como un enorme menú en la clausura del foro.
Un grupo de personalidades que incluía a los nobel Saramago y Pérez Esquive, lanzó un manifiesto de 12 puntos que recoge el sentido de muchas de las propuestas, entre los que están: Anulación de deuda externa de los países subdesarrollados. Promover todas las formas de comercio justo rechazando las reglas de "libre comercio" de la OMC. Garantizar la soberanía alimentaria y promover la agricultura familiar. Oposición a la privatización de los bienes colectivos en especial el agua. Luchar por medio de diferentes políticas contra el racismo, la discriminación, sexismo, xenofobia y antisemitismo. Medidas urgentes contra los atentados contra el medio ambiente. Exigir el desmantelamiento de bases militares y tropas de ocupación en cualquier país del mundo. Garantizar el derecho a la información de los ciudadanos mediante legislaciones que pongan fin a la concentración monopólico de grandes medios de comunicación, autonomía para los periodistas, estímulo a los medios comunitarios y alternativos de comunicación. Reformar y democratizar los organismos internacionales como la ONU y OEA. En caso de persistir las violaciones del derecho internacional por parte de EU trasladar la sede de la ONU de Nueva York a otra ciudad del mundo, y afirmar el derecho ciudadano al empleo digno, la tierra y la seguridad social.
Tuve la oportunidad de asistir a las deliberaciones del Comité Internacional del FSM, como delegado del Consejo de Educación de Adultos de América Latina (CEAAL), que además promovió diversas actividades durante los eventos. En el comité se definió realizar el FSM de manera descentralizada en el 2006 y reunirse concentradamente en el 2007 en Africa. Los delegados fuimos invitados a una sesión con el presidente Lula, donde expuso sus realizaciones y proyectos como respuesta a las críticas que surgen en especial su desempeño ante las expectativas creadas por su elección como mandatario. Ratificó ser coherente y consecuente con su ideario, y pidió tiempo y paciencia para continuar su trabajo. Creo que su mensaje fue claro.
Inmerso en el territorio FSM, me pregunto: ¿Otro mundo es posible? ¿Otro Panamá es posible? ¿Otra economía es posible? ¿Otra sociedad es posible? El FSM sigue afirmando que sí y que no sólo lo proclama, sino que intenta aportar a su construcción tenazmente. Para el que me lee, ¿estás resignado o frustrado por una realidad y aceptas que es inamovible? Perdona, pero esa es la más grande de las derrotas.
Pese a las adversidades y una realidad astillada que lacera, embrutece, margina y excluye es necesario, como escribió el poeta Guillermo Delgado, agarrarse de la esperanza y sostenerse con manos de hierro. ¡Claro que otro mundo es posible!
(raulleisr@hotmmail.com)
En medio de los espacios, 40 mil jóvenes se reunen en el campamento intercontinental de la juventud. A todo esto se le conoce como el territorio FSM, es decir Foro Social Mundial. El evento realizado entre el 26 al 31 de enero tuvo lugar en el litoral del Lago Guaiba en la ciudad brasileña de Porto Alegre. Es el quinto foro mundial y sigue manteniendo con firmeza su lema principal: "Otro mundo es posible".
La ciudad vibra con las actividades del evento, que fue antecedido por foros locales, regionales y temáticos en todo el mundo, y todos los servicios e infraestructura y, en especial, la hospitalidad, se vuelca hacia los visitantes del Foro cuya realización costó unos seis millones de dólares aportados por la municipalidad, la cooperación internacional, los participantes y el gobierno federal.
Una inmensa, colorida y combativa marcha abre el evento donde se mezclan ideas, culturas, etnias unidos por el propósito común de humanizar el planeta desde la diversidad y la pluralidad, convirtiéndose en el polo de un debate global que tiene su opuesto en la reunión del foro económica en Davos.
El FSM es un espacio participativo y cada vez más descentralizado que busca aglutinar en forma incluyente, el arco iris de movimientos sociales, ONG, redes, políticos y personas que creen que la situación de desigualdad, injusticia, racismo, machismo, guerra, pobreza del mundo que vivimos puede y debe cambiar hacia otra realidad mejor. Un aspecto fundamental del debate en el FSM es si sigue siendo un espacio o se transforma en un ente más propositivo y activo. Lo cierto es que las propuestas abundaron, pues cientos de murales conteniendo propuestas se congregaron como un enorme menú en la clausura del foro.
Un grupo de personalidades que incluía a los nobel Saramago y Pérez Esquive, lanzó un manifiesto de 12 puntos que recoge el sentido de muchas de las propuestas, entre los que están: Anulación de deuda externa de los países subdesarrollados. Promover todas las formas de comercio justo rechazando las reglas de "libre comercio" de la OMC. Garantizar la soberanía alimentaria y promover la agricultura familiar. Oposición a la privatización de los bienes colectivos en especial el agua. Luchar por medio de diferentes políticas contra el racismo, la discriminación, sexismo, xenofobia y antisemitismo. Medidas urgentes contra los atentados contra el medio ambiente. Exigir el desmantelamiento de bases militares y tropas de ocupación en cualquier país del mundo. Garantizar el derecho a la información de los ciudadanos mediante legislaciones que pongan fin a la concentración monopólico de grandes medios de comunicación, autonomía para los periodistas, estímulo a los medios comunitarios y alternativos de comunicación. Reformar y democratizar los organismos internacionales como la ONU y OEA. En caso de persistir las violaciones del derecho internacional por parte de EU trasladar la sede de la ONU de Nueva York a otra ciudad del mundo, y afirmar el derecho ciudadano al empleo digno, la tierra y la seguridad social.
Tuve la oportunidad de asistir a las deliberaciones del Comité Internacional del FSM, como delegado del Consejo de Educación de Adultos de América Latina (CEAAL), que además promovió diversas actividades durante los eventos. En el comité se definió realizar el FSM de manera descentralizada en el 2006 y reunirse concentradamente en el 2007 en Africa. Los delegados fuimos invitados a una sesión con el presidente Lula, donde expuso sus realizaciones y proyectos como respuesta a las críticas que surgen en especial su desempeño ante las expectativas creadas por su elección como mandatario. Ratificó ser coherente y consecuente con su ideario, y pidió tiempo y paciencia para continuar su trabajo. Creo que su mensaje fue claro.
Inmerso en el territorio FSM, me pregunto: ¿Otro mundo es posible? ¿Otro Panamá es posible? ¿Otra economía es posible? ¿Otra sociedad es posible? El FSM sigue afirmando que sí y que no sólo lo proclama, sino que intenta aportar a su construcción tenazmente. Para el que me lee, ¿estás resignado o frustrado por una realidad y aceptas que es inamovible? Perdona, pero esa es la más grande de las derrotas.
Pese a las adversidades y una realidad astillada que lacera, embrutece, margina y excluye es necesario, como escribió el poeta Guillermo Delgado, agarrarse de la esperanza y sostenerse con manos de hierro. ¡Claro que otro mundo es posible!
(raulleisr@hotmmail.com)
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