Escalada de terror en Gaza
- EE.UU.
A mediados de 2005, como parte de un esfuerzo por garantizarle a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) el compromiso del Estado de Israel a buscar un entendimiento mutuo, el Ejército israelí se retiró de la Franja de Gaza y de cinco poblados en el norte de Samaria, dando pleno control administrativo a los palestinos.
La acción resultó en el desalojo de miles de colonos judíos y un elevado sacrificio frente al dilema de la precaria seguridad de poblaciones localizadas a pocos kilómetros de las zonas palestinas, muchas de ellas dominadas por grupos extremistas islámicos. Sderot es un ejemplo de las ciudades habitadas israelíes que, desde 2006 al presente, no tiene un día de descanso frente a la tormenta de misiles que caen desde Gaza.
¿Se imagina vivir siempre bajo la amenaza de morir imprevistamente? Esa pregunta se la hicieron varios corresponsales internacionales y reporteros latinoamericanos que hace un mes viajaron a Israel, en momentos que fueron testigos del lanzamiento sorpresivo de misiles Kassam hacia Sderot.
Recién, el terrorismo intensificó sus acciones, llevando a una escalada en la violencia en la región fronteriza con Gaza. En un día, más de 100 misiles y morteros fueron lanzados desde Gaza en Sderot y Ashkelon, esta última una urbe de 100,000 residentes.
Es una completa paradoja del destino que, habiendo Israel dejado la Franja de Gaza a la ANP para buscar la paz, ahora recibe a cambio las amenazas constantes de Hamas y los tiros cotidianos de misiles enemigos contra civiles inocentes. En tanto, sólo en los medios y demás agencias internacionales de noticias se hablan de “agresiones israelíes contra los palestinos”, luego de los ataques de misiles Kassam desde Gaza. De las represalias contra los dirigentes de los grupos radicales, que no dejan de utilizar, a su vez, a mujeres y niños como “escudos humanos”.
Ninguna democracia puede tolerar que su población civil sea objetivo de ataques diarios, sin responder. Cada país está obligado a proteger a sus ciudadanos y esto hace que Israel tenga que defenderse, destacan las autoridades del Estado judío. Por lo menos, la gente de los pueblos cercanos a Gaza no pierde las esperanzas. Luego de los bombardeos, un periodista de la BBC entrevistó al alcalde de Sderot, Eli Moyal y éste, pese a la crisis con sus belicosos vecinos, aún cree en un arreglo de paz con los palestinos.
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