Estados Unidos Vs. Kioto

Muchos países y personas cuestionan acremente la posición de la administración Bush, en el sentido de no suscribir el Pacto de Kioto. Dicho protocolo, que busca principalmente controlar las emisiones de "gases de invernadero" y de paso de elementos contaminantes, tiene propósitos muy loables. En estos días se intenta salvar el proceso en una Conferencia de Naciones Unidas en Montreal, Canadá. Sin embargo, leemos constantemente los argumentos que cuestionan a Estados Unidos, pero no los que sustentan su posición. Para sus detractores, como Estados Unidos es el principal contaminador y productor de estos gases, es casi criminal y suicida que no suscriba el protocolo y cumpla con las restricciones allí establecidas. Pero los defensores de Estados Unidos señalan que, si bien ellos son la principal potencia industrial del Mundo, cada vez más industrias se mudan a China, India y otras naciones "No desarrolladas". Esta tendencia es tan marcada que se calcula que en el año 2025 China podría superar a Estados Unidos.
Dicen los norteamericanos que al excluir dicho protocolo a China y a India, entre otros, de las obligaciones del pacto, no se producirá una disminución de la emisión de gases de invernadero, sino que se aumentará. Sostienen que esto será así porque las industrias que hoy funcionan en Estados Unidos tenderán a mudar sus plantas a China y a India, en donde las regulaciones ambientales internas son casi inexistentes, por lo que las plantas tendrán hasta menos consideraciones con respecto a la contaminación que las que hoy funcionan en Estados Unidos, además esto se hará a expensas de los empleos de los estadounidenses que se irán a China o a India, por lo que no le ven sentido a firmar un compromiso que sus principales competidores industriales no están obligados a suscribir y mucho menos a cumplir.
Nosotros no le negamos méritos a cada posición, pero pensamos, como reza el dicho africano, que "En pelea de elefantes, sufre la hierba". Creemos que la solución está en incluir a todos los países industrializados y en rápida industrialización, en el marco del Protocolo de Kioto. De esta manera, todos competirán dentro del mismo marco regulatorio y todos nos beneficiaremos de un ambiente más saludable y, probablemente, de un clima menos errático y extremo.