opinion
Facundia
Rosendo Torres - Publicado:
Afluencia, facilidad en el hablar.Viene de Facundo, adjetivo fácil y desenvuelto en el hablar que viene a ser sinónimo de Elocuente; elocuencia, facultad de hablar o escribir de modo eficaz para deleitar, conmover o persuadir.Estamos en plena campaña política, en el muestreo de ver quién es facundo, quién es elocuente.Lamentablemente cuesta trabajo encontrar estas cualidades en nuestros políticos, ya que tenemos otros estilos que consideramos más eficaces dentro del "modus vivendi" y "essendi" del panameño.El nuevo presidente de los EE.UU., Barack Obama, entre las novedades que acarrea su triunfo electoral, es señalado precisamente por la facundia, y añade una columnista del Time que con él entra la política de ese país en una era del "good speaking", del bien hablar.El pueblo americano necesita escuchar que sus jefes hablen bien.Nadie se acuerda, dice, de los discursos de toma de posesión anterior, a no ser "astillitas" o "recortes" de discursos, como "la única cosa que hay que tenerle miedo es al miedo", y la famosa cita "Pide no lo que el país puede hacer por ti, sino lo que tú puedas hacer por tu país".Del actual mandatario se dice que la oratoria es lo sobresaliente, cualidad que ya había demostrado desde la convención demócrata del 2004 que en sus palabras lo convirtió "del flacuchento muchacho de nombre extravagante en el primer presidente negro de los EE.UU.".Desde entonces es recordado por haber dicho "No existe un país norteamericano liberal y otro conservador, sino el pais, no existe el país negro o el país latino, o el país asiático, sino el país americano".Dice la escritora "Siga hablando, señor presidente Vd.sabe escoger la frase agradable, y venderla en lugar de planteamientos políticos".Hay momentos en la historia cuando un líder necesita mucho más que ser un administrador, o gerente.El necesita unir, inspirar y hacerle frente a los retos.No hay otra mejor manera de hacerlo que expresándose apropiadamente acerca de los grandes problemas.Es e verdad que en tiempo de crisis, la oratoria no es la solución.Se necesitan otros recursos más allá de la retórica elegante.En suma, el presidente de los Estados Unidos se le considera una excepción en cuanto a su facundia.Se le desea que no defraude, ya que ha creado y renovado las esperanzas de su pueblo y del mundo entero.Quizás no debiéramos esperar tanto, ya que sabemos que una sola persona no puede ofrecer soluciones a tanto problema.Tampoco la ofrece un partido.Entonces, lo mejor es esperar que no aumente y complique más los problemas, como sucedió con el que lo precedió.Lo que se comenta de los EE.UU.es aplicable a este pequeño terruño.A pesar de propuestas bellas y de debates brillantes, nunca sabremos las verdaderas intenciones de los que aspiran al poder.Resulta difícil excluir que lo hagan por un interés crematístico.