Higiene
Hay que mantener limpios los barrios
Qué diferencia cuando las cosas se mantienen y cuando están descuidadas. Esto pasa mucho. La verdad que no quisiera hacer comparaciones, pues sé que algunas personas
Qué diferencia cuando las cosas se mantienen y cuando están descuidadas. Esto pasa mucho. La verdad que no quisiera hacer comparaciones, pues sé que algunas personas no estarán de acuerdo conmigo, especialmente cuando piensan que la responsabilidad siempre es de los demás y no de uno mismo.
Comienzo por dos barrios: El Chorrillo y el Casco Viejo, hago constar que pude haber usado Colón, San Joaquín, Río Alejandro o varios otros barrios de la ciudad. Hoy día cruzar del Casco Antiguo de la ciudad a las calles adyacentes que dan al barrio “mártir” de El Chorrillo es como ir de un país a otro en solo unos segundos. El Casco Antiguo hoy día está en una etapa de renacimiento, con todos los cambios que se han dado.
Es cierto, hoy día el Casco Antiguo tiene muchos propietarios de alto poder adquisitivo y esto ha ayudado a que su situación sea otra, pero en el Casco Viejo todavía vive mucha gente humilde, los mismos que lo hacían desde hace 40 años o más; aunque su mentalidad ha cambiado y hoy día procuran mantener las fachadas de sus casas lo más limpias que sus posibilidades económicas les permitan. Esto afirma que uno llega a convertirse en el promedio de las personas que lo rodean.
El Chorrillo, en cambio, tiene una situación diferente: las casas han perdido su lustre, dentro de los caserones la basura parece crecer como si fueran plantas silvestres, las paredes se ven sucias y hay otras varias muestras de deterioro en el área. Mi primera pregunta es: ¿Quién es el responsable de que el lugar esté sucio? ¿Acaso viene gente de afuera a botar su basura desde lejos y depositarla en el lugar? ¿Qué esperan sus habitantes para tomar una real responsabilidad de su propia salud y hasta autoestima? Perdón por ser duro con estas preguntas, pero es una realidad y es necesario que en todos esos barrios donde se dan estos escenarios tomen conciencia de que solo ellos son los responsables, y solo ellos son los que pueden hacer que esto sea erradicado.
El ser pobre nunca ha sido sinónimo de ser cochino. La desidia es algo que
debe ser erradicado de los lugares humildes y populares, ese viejo cuento parecido a los títulos de dos famosas películas mexicanas “Nosotros los pobres” y “Ellos los ricos” es una falacia en cuanto a cuidar lo que se tiene, sea mucho o poco. Veamos algunos lugares del interior de la República. Recuerdo la primera vez que fui al pueblo de La Colorada en Santiago de Veraguas. Mi esposa y yo llegamos por accidente, pues tomé un camino equivocado y quedé allí. Cuando llegamos era como estar en un pueblo de esos que salen en los cuentos, todo limpio, las casas bien mantenidas e impecables, la plaza bien arreglada. El promedio de ingreso mensual por persona en La Colorada es menos que en cualquier barrio popular y humilde de la ciudad de Panamá. Así como este, hay muchos otros lugares donde queda demostrado que si una persona, a pesar de ser humilde, decide ser aseada, puede serlo.
Lamentablemente esto de la desidia no solo ocurre en los barrios, la propia ciudad sufre por la forma inconsciente de la gente. La Peatonal, en Calidonia, y más recientemente la propia Vía España están sufriendo de este mal. Siempre recuerdo que ir a la Vía España de compras era un evento, la gente se vestía para ir a comprar; hoy día todo está lleno de buhoneros, vendedores informales, y hasta personas indigentes por el área. He escuchado a turistas en Vía España diciendo que esta no es la imagen que le vendieron de Panamá.
Cuando salen estos temas a relucir, siempre comienza a decir la gente: “Es culpa del gobierno”; “el presidente”, “el alcalde”, “La autoridad de la basura” y cuanta persona o entidad que se les ocurra. Muy pocos dicen es nuestra responsabilidad. Es ese primer paso en el cambio de la mentalidad de la gente que puede hacer la diferencia.
Yo quisiera poder hablar sesuda, seria y maduramente con todos esos seudodirigentes de los distintos lugares y ayudarlos a crear conciencia, al igual que los cambios reales en el carácter de una persona comienzan desde adentro, así mismo los cambios reales de una comunidad empiezan desde dentro de la propia comunidad; no es solo cerrar calles y pedir, hay que aportar y mejorar. Sé que he sido duro con este escrito; pero era mi sentir. Hoy te invito a que pienses sobre esto…
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