Idiosincrasia

Normalmente nos deleitamos en grupos con anécdotas que incluyen el comentario jocoso sobre el comportamiento del panameño o panameña en algún suceso. Y narrando repetimos: "y dijo el panameño y entonces el panameño respondió" y criticamos nuestra manera de hablar y ejercitamos una auto ironía a veces cruel contra nosotros mismos.
Ahora bien, lo mismo hacen los vascos con su gente y los gallegos con su gente y nativos de otros países como los argentinos, con sus coterráneos, los hebreos con sus historias . Se ve que es una manera universal del género humano de autocriticarse y de adelantarse a la crítica que te pueda hacer el extraño, que nos causa tanta gracia.
Idiosincrasia alude a los rasgos, temperamento, carácter, distintivos y propios de un individuo o de una colectividad. Cada país tiene su idiosincrasia o cada raza. Nosotros tenemos la nuestra que se parece mucho a lo que se llama hispano o latino y según algunos mesoamericanos o indoamericanos o sudacas, parecidos pero distintos. Existen visibles diferencias raciales y de estilo, y de comportamientos aunque nos duele cuando nos juzgan a todos por el mismo rasero. Por uno los conocerás a todos. Ab uno disce omnes.
Hago todas esas salvedades precisamente porque últimamente sucedió lo que algunos han dado en llamar milagro y otros casualidad cuando ya estamos acostumbrados a este tipo de sucesos. Pero que demuestra , muy a nuestro pesar, parte de la idiosincrasia. Me refiero a lo que ocurrió con la embarcación que venía de Taboga hacia Panamá. Yo me enteré por una radioemisora cuando era entrevistado un líder sindical conocido, que se refería al hecho extraordinario de que se hubiesen salvado cerca de 160 personas de un naufragio en aguas del Canal. Cuando escuché los detalles pensé que ya había oído la misma versión otra vez, en otra época, por todas sus características , primero que no tenían permiso para navegar, no tenían radio, no tenían salvavidas suficientes, que no estaba el capitán, y en su lugar estaba otro que decía conocer su profesión, que se había dañado una máquina de las dos que tenía la nave, que había una gran cantidad de pasajeros y pasajeras de distintas nacionalidades en plan turístico y que había una gran cantidad de menores y que , en el peligro, a la hora de buscar las bengalas para solicitar auxilio tuvo que ser un argentino pasajero quien supiera cómo manejar las bengalas y que sólo así pudieron auxiliarlos y salvarlos y realizar el milagro sonado y finalmente , nunca aparece cuál fue la causa del problema o del hundimiento, solo se nos dice que fue a hacerle compañía al helicóptero misterioso de la administración pasada.
No estamos para milagros cuando hay un acumulado de irresponsabilidad. "Si quieres aprender a orar échate a la mar." Cuántos podemos echar el cuento de lo que nos pasó con motivo de que el viento nos arrastró en un esquife y luego no podíamos regresar, y cuántos no pudieron echar la historia porque perecieron para siempre en las profundidades del océano. El adagio traído nos indica que aun los no creyentes, nuestros famosos agnósticos, también rezan cuando se ven pequeños e indefensos ante la inmensidad acuosa de las olas de nuestros mares.
"Audaces fortuna iuvat timidosque repellit", a los audaces les favorece la fortuna no así a los cobardes. Aparentemente uno debe estar dispuesto a saber de todo ya que no sabe cuando va a estar en situación precaria sin embargo hay gente que no sabe nada de nada y son los primeros es decir que saben y engatusan a los más incautos. Otro dicho pero en inglés:"Jack of all trades and master of none" Así tenemos falsos plomeros, falsos carpinteros , falsos electricistas, falsos capitanes de barco, falsos médicos, y hasta falsos sacerdotes. Y hay que estar alerta para no ser víctimas de esa raza de vivos que asumen responsabilidades peligrosas como es conducir una nave con las descripciones que escuché. Pero en parte en eso está nuestra idiosincrasia, confiar en la suerte propia y de los demás.