Irving Saladino: Oro puro

La fecha del 30 de agosto de 2007 quedará grabada con letras doradas en la historia del atletismo nacional y del país entero, gracias a la dedicación, el esfuerzo, la humildad y el profesionalismo de un joven colonense que mantuvo en vilo a Panamá durante las primeras horas de esa mañana.
Irving Saladino realizó el que resultó el mejor salto de su vida, en los precisos momentos en que más se requería.
Esos segundos que vimos en directo por la televisión, se fundirán en la retina de todos por la emoción profunda de patria y el orgullo de latinoamericanos que a miles seguramente nos hizo acompañar con lágrimas sobre las mejillas, los instantes en que Irving, el "Gran Canguro" panameño rompía su marca personal para consagrarse en Osaka, Japón, a miles de kilómetros de su natal Colón, como el Campeón Mundial de Salto Largo.
¡Qué gran alegría nos ha brindado ese muchacho! Recordamos cómo hace apenas cuatro años luchaba contra las adversidades para llevar a cabo sus entrenamientos en el desvencijado estadio de la provincia atlántica, con miras a obtener un cupo en los Juegos Olímpicos de Atenas del 2004.
Las naciones requieren de líderes en los diversos campos para mantener esperanzas de un futuro promisorio y para poder mostrar a las nuevas generaciones ejemplos de compatriotas dignos de emulación.
Irving Saladino se ha consagrado como uno de esos grandes líderes deportivos de la historia en un campo que, hasta su aparición, nos había sido adverso.
Ojalá el triunfo de este corajudo atleta, orgulloso de cubrirse con el tricolor patrio que siempre lo acompaña donde quiera que compite, represente por parte del Gobierno Nacional, el compromiso decidido de apoyo a la juventud y al deporte, como opción real de desarrollo.