La industria farmacéutica china. Parte I
La industria farmacéutica china. Parte I
China se ha convertido en el segundo mayor desarrollador de nuevos medicamentos del mundo, solo detrás de Estados Unidos. Sus empresas realizan casi un tercio de los ensayos clínicos globales, una transformación notable si se compara con el 5% de hace apenas una década. Este salto se refleja en su creciente dominio en áreas de alta complejidad, como la oncología, y en el extraordinario desempeño de sus compañías biotecnológicas, cuyos valores en bolsa han crecido más del triple que los de sus pares estadounidenses durante este año.
El poder tradicional de las grandes farmacéuticas occidentales empieza a fracturarse. En un contexto de patentes pronto a expirar y una pérdida inminente de más de 300 mil millones de dólares en ingresos antes del 2030, estas empresas buscan nuevas moléculas en China. Los acuerdos recientes lo confirman: Pfizer pagó 1.250 millones de dólares por un fármaco experimental contra el cáncer desarrollado por 3SBio y GlaxoSmithKline desembolsó 500 millones para licenciar una terapia pulmonar de Hengrui. Durante la primera mitad de 2024, un tercio de los acuerdos de licencia firmados por las farmacéuticas occidentales se cerraron con compañías chinas, una cifra cuatro veces mayor que la registrada en 2021.
Hace 10 años China era conocida por fabricar genéricos y conducir ensayos para otros países. Hoy, después de reformas regulatorias profundas y aceleradas —que incluyeron multiplicar por cuatro el personal de su agencia reguladora—, los tiempos de aprobación se han desplomado de 501 días a 87. Los resultados son evidentes. En 2015 solo aprobó once medicamentos, casi todos importados. En 2024 las aprobaciones ascenden a 93 y el 42% corresponde a innovaciones locales.
El retorno de profesionales formados en Occidente ha sido determinante. Este talento repatriado trajo consigo experiencia en biotecnología, redes internacionales y acceso a capital. Su influencia se reflejó en hitos como la aprobación en 2019 del primer fármaco oncológico chino por parte de la FDA o el reciente logro de Akeso Bio, cuyo tratamiento para cáncer de pulmón superó en ensayos clínicos al célebre Keytruda de Merck.