La profecía versus la ciencia

El término “profecía” proviene del término griego prophanai; pro significa antes y phanai significa hablar. La palabra literalmente alude al hecho de “hablar antes de” es decir antes que las cosas pasen.

Desde la antigüedad podemos rastrear en las obras literarias, principalmente en los griegos, el lugar especial que tenía la profecía en su cultura y pensamiento, pero difiere de la temática judeo-cristiana, por cuanto, los dioses olímpicos no poseían el don de la profecía ni el conocimiento del futuro.

En la obra del poeta griego Esquilo titulada “Prometeo encadenado” notamos en sus versos que Zeus amenaza a Prometeo con el famoso castigo de una águila que roe sus vísceras diariamente, por cuanto este héroe de la humanidad tiene el don profético y conoce el futuro; ha “profetizado” que Zeus caerá de su trono al igual que su padre Cronos, ese don de conocer el futuro, el padre de los dioses no lo posee.

En la mitología escandinava sucede algo parecido, la divinidad suprema de ese panteón nórdico: Odín, no tiene el don de la profecía, lo posee su esposa Freia, una diosa que a su vez esta emparentada con los vanes, dioses rivales de los ases, es decir la capacidad profética no está ni tan siquiera en el linaje de algunos de los dioses de la familia de los ases Odín, Tyr y Thor, la capacidad de predecir el futuro viene totalmente de afuera.

Sólo la tradición bíblica es muy rica en cuanto a la profecía, esta capacidad, y don, emana directamente de Dios, esto lo coloca en comparación con las religiones antiguas o pre cristianas, como la más alta deidad del Universo, y de cualquier mitología, porque sí posee por atributo, inherente a Él, la extraordinaria visión de la profecía.

En la mentalidad antigua los dioses representan el orden necesario para que el hombre viva en este mundo, esto tenían un enemigo portentoso: las fuerzas ciegas y salvajes de la naturaleza, la cual son implacables.

Conocer el futuro implica un mayor poder o mayor conocimiento.

¿Pero puede acaso predecirse el futuro? ¿Cómo es posible que una cosa que aun no se ha dado se conozca?

Hoy sabemos que dentro de millones de años nuestro sol se convertirá en una supernova y se extinguirá, en ello no hay magia, es producto del estudio, observaciones astronómicas y cálculos matemáticos.

Pero pudo predecirse sobre una base de datos e información especial. A la luz de las teorías sobre el movimiento, el tiempo y el espacio una visión del futuro solo le es posible a un observador privilegiado, es decir a Dios.