La radicalización de las protestas

Pasamos por una realidad que configura lo que el abogado y politólogo bolivariano, denominaba de predisponibilidad a la acción de masas y, sobre todo, su movilización.

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¿Tendrán los partidos políticos, el gobierno del presidente de la República de Panamá, Laurentino Cortizo y los grupos de poder económicos, que articulan su hegemonía en la sociedad y el Estado, consciencia de esta situación?

¡Creo que no la tienen!

Alzan velas en dirección a esos rumbos de mar picado y fuertes vientos; sus intereses le limitan su horizonte de visibilidad.

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Intelectuales, economistas y politólogos señalan que si bien el Estado en el capitalismo, deviene factor para la reproducción del capital, este también surgió con la apariencia de que representa el interés general de la sociedad.

Para jugar ese papel, el Estado no puede ser solo un instrumento de poder y dominio del poder económico.

No en pocas ocasiones, se ve obligado a guardar distancia de estos grupos, y más cuando de un estado de predisponibilidad, se pasa al conflicto abierto y frontal que se caracteriza por un posicionamiento de las calles por parte de las masas.

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En mis últimos escritos, he venido afirmando que el gobierno de Cortizo, tiene que guardar distancia de esos clanes de la oligarquía que desde afuera y dentro del Estado, lo limitan en su voluntad de construir nuevos  horizontes de cara  a un Panamá equitativamente mejor.

Observar a los productores quejarse de las importaciones, me sugiere que algo no anda bien, en el sentido de que camina en vía contraria a lo que el gobierno ha venido planteando como política:

Priorizar la producción nacional.

Continuará.

El debate queda abierto.

Tomen notas.

Jurista y cientista político.