Opinión
La Rosa de los Vientos
- Jaime Figueroa Navarro
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La flor de lis es la representación dominante del Norte en la rosa de los vientos, que suele encontrarse en las cartas náuticas. Por mera casualidad, en heráldica, resulta la representación de la flor de lirio (lis), adoptada en el siglo XI por el rey Luis VII de Francia que le incorporó a su escudo y a partir de entonces fue adoptada como el emblema de ese país, relacionando el símbolo con valores como nobleza, belleza, fertilidad, honor, respeto y pureza.
Al albor de 2013, organice una gira a Francia para dar a conocer las virtudes de Panamá y su turismo. Fungiendo entonces como Embajador de Panamá en París, S.E. Henry Faarup, actual regente del proyecto del tren Panamá-David, contacté su despacho, recibiendo una cálida acogida a mi iniciativa. Aprendí la lengua de Moliere en 1970, durante mis estudios en Bandol, localidad de Var en la Riviera francesa y a partir de entonces me trasladé a Francia en múltiples ocasiones, por ocio y por trabajo, intimando su geografía, personalidad y alma, puliendo mi dominio del idioma.
A través de las gestiones del embajador Faarup, logramos obtener un cupo en la Maison de l'Amerique Latine, suntuoso palacete ubicado en el #217 del prestigioso Boulevard Saint-Germain para nuestra conferencia de dos horas "Pourquoi le Panama", fungiendo la Embajada como captador de una audiencia estudiosa y cautiva, caracterizada por su interés y curiosidad por un istmo relativamente desconocido en aquellos lares.
Fue entonces que me contactó una extraordinaria compatriota, para mi sorpresa nobiliaria, esposa del Conde Gambirasio d'Asseux, quien mora en la ciudad de Limoges y hace tarrantan de años promueve a Panamá con corazón y alma en el viejo continente.
Coincide que su nombre es Flor, como aquella flor de lis que representa a Francia. Hija del Dr. Rolando Muñoz, aquilatado otorrinolaringólogo istmeño, quien gozaba de especial afinidad con mi padre, el finado urólogo Dr. Alfredo Figueroa. A pesar de ser Condesa, Flor María Muñoz Báñales manifiesta una especial sencillez y relumbra gallardía a través de su perenne sonrisa.
Concurrió a mi conferencia como anfitriona de lujo, acompañada por Mitzy Sucre, otro singular pétalo panameño, ataviada Flor con traje montuno rosa y Mitzy con pollera de gala, captando la consumada atención del público presente ese lunes 13 de mayo del 2013.
A lo largo de los años, Flor continúa su infatigable labor como gestora cultural istmeña en Francia y a lo largo de Europa. En 2021 fue galardonada con la Medalla del Senado de Francia, ilustre condecoración del país galo y recientemente el reconocimiento de la prestigiosa Société Académie Arts-ScienceLettres en el señorial Hotel Intercontinental Paris Le Grand.
Nos honra contar con su amistad y afecto, siendo uno de aquellos personajes que a través de su tesonera y reservada labor expone apasionadamente las bondades y atributos de nuestra cultura y turismo, formulando nuestros francos deseos por muchos y continuados éxitos a la Condesa en su noble labor.
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