Panamá
La transparencia que faltaba en la etiqueta
- Ing. Helmut De Puy
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- Ciudadano Construyendo futuro
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En Panamá poco a poco se está empezando a aprender que la transparencia no es un lujo institucional, si no que es un derecho ciudadano. La reciente Ley 473 aterriza directamente en la vida cotidiana del panameño. Esta exige que los comercios muestren el precio final, con impuestos incluidos, desde la etiqueta. Parece sencillo. Pero en un país donde durante años el precio "real" solo aparecía mágicamente en la caja, este cambio merece aplausos.
Yo, como panameño, celebro con fuerza esta decisión. Porque no hay acto más básico de justicia económica que decirle al consumidor la verdad sin adornos: esto es lo que cuesta, esto es lo que vas a pagar y punto.
No estamos hablando de una reforma técnica, sino de un golpe directo contra la confusión, el mareo y la opacidad. ¿Cuántas veces un padre de familia hizo cuentas en la cabeza, sumando lo que marcaba la etiqueta, para luego descubrir que incluyendo el ITBMS ya no le alcanzaba el dinero? Esa angustia silenciosa se convierte ahora en una anécdota del pasado.
Por eso aplaudo esta ley que sale de la Asamblea Nacional. Tomaron una decisión que no da titulares rimbombantes, pero sí protege el bolsillo de millones. También es justo reconocer el rol que ha tenido ACODECO en este proceso, como impulsor y defensor de esta ley. Esta institución, tantas veces criticada, tiene ahora la oportunidad de demostrar que la defensa del consumidor se ejerce con firmeza, pedagogía y criterio.
La claridad en los precios no solo protege a los consumidores; también fortalece a los comerciantes honestos, que ya marcaban bien, y que ahora no tendrán que competir contra quienes disfrazaban precios para atraer clientes. La competencia leal empieza con un número escrito sin trampas.
Hay leyes que pasan desapercibidas y leyes que cambian hábitos. Esta pertenece a la segunda categoría. No solo ordena, también educa. Y ojalá sea el inicio de una cultura mucho más seria sobre cómo se le habla al panameño en materia de consumo.
En tiempos duros, la claridad es un acto de respeto. Que siga este tipo de decisiones prácticas, útiles y, sobre todo, honestas. El país también avanza cuando el precio dice la verdad. Porque cada día que pasa sin decisiones acertadas, es un día más que retrocedamos.

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