La uva, la coca de Europa
Publicado 2003/05/22 23:00:00
- Roberto Ramírez de Luca
De la uva se saca el vino, que es una droga que ha matado a millones de personas. ¿Por qué no obligar a que Europa no siembre uvas? Así como la uva es originaria de Europa, así también la coca es de América. La coca ya existía cuando el hombre primitivo se asentó en el continente americano. Si la coca es una droga tan dañina, ¿por qué Estados Unidos no la compra a los productores a mejor precio, y la quema? Así salvarían, especialmente, a la juventud norteamericana que se está destruyendo aceleradamente. Pero eso no importa mucho, más interesan los miles de millones que mueve el tráfico de la droga.
Las altas capas sociales y capitalistas son las que pueden pagar cualquier precio por la droga. Pretender que América elimine la coca, es lo mismo que esperar que Europa elimine la uva. La comercialización de la droga está en manos de grandes capas, de cándidos criminales que tienen bastante poder para actuar con impunidad.
Estados Unidos no tiene ninguna moral para quemar y destruir millones de hectáreas de selvas suramericanas, causando gravísimos daños a la ecología mundial. Ahora resulta que América ha quedado haciendo el papel de policía, cuidando que no les llegue la droga a los angelitos gringos.
El indio, a pesar de su ignorancia, mastica unas pocas hojas de cocas, lo necesario para mitigar su sufrimiento. Todo lo contrario pasa con el hombre blanco, se harta de cocaína hasta quedar hecho un guiñapo y muere en forma muy dolorosa.
Las altas capas sociales y capitalistas son las que pueden pagar cualquier precio por la droga. Pretender que América elimine la coca, es lo mismo que esperar que Europa elimine la uva. La comercialización de la droga está en manos de grandes capas, de cándidos criminales que tienen bastante poder para actuar con impunidad.
Estados Unidos no tiene ninguna moral para quemar y destruir millones de hectáreas de selvas suramericanas, causando gravísimos daños a la ecología mundial. Ahora resulta que América ha quedado haciendo el papel de policía, cuidando que no les llegue la droga a los angelitos gringos.
El indio, a pesar de su ignorancia, mastica unas pocas hojas de cocas, lo necesario para mitigar su sufrimiento. Todo lo contrario pasa con el hombre blanco, se harta de cocaína hasta quedar hecho un guiñapo y muere en forma muy dolorosa.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.