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Mil soles espléndidos
Elodia Muñoz - Publicado:
Desde hace casi tres décadas, la crisis de refugiados afganos ha sido una de las más graves del planeta.Guerra, hambre, anarquía y opresión obligaron a millones de personas —como Tariq y su familia en esta novela— a abandonar sus hogares y huir de Afganistán para instalarse en los países vecinos de Irán y Pakistán.En el punto álgido de este éxodo, existían ocho millones de refugiados afganos fuera de su país.Actualmente, más de dos millones siguen viviendo en Pakistán.Cuando analizamos las indecibles atrocidades que somete a la mujer a una vida dura marcada por infortunios, resultado de un estado subyugante, generado por un acendrado machismo que repele y me encoleriza, produciéndome ira, dolor y desilusión, pues aún en el renombrado siglo del conocimiento observamos la expoliación hacia la mujer afgana.Para todos mis lectores que conservan la virtud de la sensibilidad, solidaridad y la empatía hacia la mujer, les comparto la experiencia de leer Mil Soles Espléndidos, del afgano Hosseine Khaled, con la conmovedora historia de Mariam, mujer de ojos tristes y suplicantes, adusta y compasiva, sin el derecho legítimo al amor, la familia, el hogar y la aceptación.Pues como niña no se sentía merecedora de toda la belleza y los obsequios que podía ofrecer la vida.Mil Soles Espléndidos, título de esta novela procede de un poema compuesto por Saeb-e-Tabrizi, un poeta persa del siglo XVII, es la prueba de que existe todo un mundo más allá del kolba de Mariam, lleno de rechazo y tristeza, sometida por una madre frustrada con quien se desahogaba con la táctica de la culpabilidad, convirtiéndola en otro de sus motivos de queja contra el mundo, formó parte del grupo de niñas afganas a las que han casado con hombres veinte años más viejos que ellas.Rachid aga, identifica al hombre afgano, cruel y egoísta, de actos perversos, donde la mujer es menos que una oruga.Para 1979, la guerra se apoderaba de Kabul, el conflicto entre Gran Bretaña y la Rusia zarista por el dominio de Afganistán, territorio gobernado por misiles y aviones de combate, dejan huellas indelebles, pues la mezcolanza entre la religión y la guerra es como el agua y el aceite, No se puede ser jefe de la KHAD, (la policía secreta afgana), un día, y al siguiente ir a rezar a una mezquita con los familiares de aquellos a quienes has torturado y asesinado.Para 1994, en Kabul ascendieron diversos presidentes al poder que fueron asesinados, un imperio derrotado, habían terminado viejas guerras y desatándose otras nuevas, pero para Mariam, Dos nuevas flores brotaron inesperadamente en su vida, Laila y Aziza, por quienes entregó su vida, se convirtieron en prolongaciones de su propio ser, y sin ellas, el calvario que había soportado durante tanto tiempo, de repente le parecía insufrible.Laila, de ojos verdes y cabellos claros, representa el personaje de la mujer revolucionaria afgana, que ama la libertad, oportunidades, valerosa, de una fuerza extraordinaria, espíritu desafiante.Laila, es el pensamiento de la mujer de hoy, pues una sociedad no tiene la menor posibilidad de éxito si sus mujeres no reciben educación.