No estás solo, nunca lo has estado

La sensación de soledad que experimentas en ocasiones, y que podría ser desesperante, es fruto de tu ego confundido, que cree que estando con gente día y noche te sentirás mejor, serás más feliz, y podrás vencer esa angustia que provoca el sentirse solo. Sentirse solo es cuestión de una deficiencia espiritual de tu conciencia, que carece de profundidad. Es vivir en el mundo de las cavernas espirituales, de la ignorancia más grande. Nunca estás solo. Estás inmerso en el misterio de la Santísima Trinidad. Tú vives en Cristo, quien es amado por el Padre de manera infinita. Tú experimentas el mismo amor que Dios Padre le da a Cristo. El Padre al amar a Cristo y estando tú inmerso en el Hijo santo, recibes y vives el mismo amor que Cristo. Y al mismo tiempo estás amando al Padre con el amor de Cristo. Repito, tú estás inmerso en el misterio de la Santísima Trinidad, en el que el Espíritu Santo es el amor del Padre y del Hijo, y por lo tanto, al vivir de ese amor infinito, tú te haces templo del Espíritu, del Dios mismo, y por otro lado, la Santísima Trinidad es tu casa. Tú habitas en el corazón de Dios. Esa es la morada que Jesús dijo te iba a preparar, y que es el cielo, que es el mismo Dios vivido desde la eternidad, después de este mundo terrenal, en el que vivirás gozoso, alegre, sin sufrimiento alguno, feliz para siempre. Pero ya en la tierra estás en Dios. Ya se está anticipando lo que será el cielo. Ya sientes aproximaciones unas veces más cercanas, otras lejanas, de lo que será la eternidad.

Sentirse solo, sufrir porque necesitas compañía, ansiarla, buscarla donde sea, pagando a veces el precio de romper tus principios morales y valores con tal de no estar solo, es signo de una gran inmadurez y de una pésima condición espiritual. Pasa mucho con los preadolescentes que hacen lo que sea para que el grupo los acepte. Así comienzan las adicciones, el sexo precoz, el uso de modas extravagantes. Se exige condiciones y acciones muchas veces estúpidas para pertenecer a un grupo. Pasa con algunos enamorados, que son manipulados por la otra parte, al extremo de hacer cualquier locura para que el otro no los abandone. A nivel social, mucha gente actúa de una manera porque es el sentimiento y parecer de una mayoría. Pero todo esto puede cambiar si uno es consciente de su vida inmersa en el seno de la Santísima Trinidad y la vive. Y entonces buscará personas que lo ayuden a vivir ese misterio. Y claro que hay que convivir y amar a la gente, pero sin depender de nadie para ser feliz.