Órgano Ejecutivo y Judicial (2)

En seguimiento al anterior escrito, el pánico generado por el militarismo fortaleció el temor a las reelecciones inmediatas y aumentó el periodo presidencial a 5 años, sin reelección inmediata. Lo cual demostró ser poco para gobernar el día a día y corregir, vía procesos continuos, el daño institucional causado a nuestra democracia. Con tales acciones, se eliminó el deseo lógico de los partidos, a la reelección inmediata del presidente electo dejándole, un periodo significativo, 5 años, empleado en demasiados casos, para maniobrar en las áreas que generan corrupción con impunidad.

Consabido era para ellos la realidad de la alternabilidad en el poder y así, con escasas excepciones, se fueron desarrollando mecanismos para la usurpación de erario público y el mantenimiento de la influencia, fuera del poder, en cargos públicos de alto y bajo relieve. Qué no decir de la incompetencia del Órgano Legislativo y los nombramientos, fatales, de jueces y los magistrados de la Corte Suprema en el Órgano Judicial. Todo en beneficio exclusivo de la consabida alternabilidad.

Estamos seguros de que el nuevo Gobierno, no pretende beneficio en los desatinos de nuestro ordenamiento jurídico. La ventaja para su partido estarán incluidas en el desarrollo del Cambio.

Si bien la estructuración del gobierno que reemplazó al militarismo, no es igual para los partidos que hoy ocupan el poder, algunas similitudes son fascinantes: se enfrenta la necesidad de un Cambio radical. Se tiene mayoría compuesta en la Asamblea Nacional y aunque en posición distinta, el Panameñismo, en combinación con un partido pequeño, está en el poder. En aquel entonces, los cambios esperados no se dieron. Esperamos que, la nueva oportunidad de hacer, no nos genere otro desperdicio.

Los partidos políticos grandes se alimentaron del clientelismo, del manejo incorrecto de las influencias y tendieron a fortalecer la corrupción impune. Nunca adelantaron reformas sensatas a la Carta Magna ni al Código de Trabajo, pues entre el clientelismo y sus conveniencias, manejaron el país a su antojo, irrespetando a la ciudadanía que siempre ha sido la principal dirigente del clamor del Cambio.

Para tocar el Órgano Judicial al concluir la serie de escritos, sugerentes de reformas constitucionales, debo resaltar el consenso de la sociedad civil organizada en lo propuesto por la Alianza Ciudadana Pro Justicia, en relación a la necesidad de escoger, de manera sensata y transparente, a los Magistrados de la Corte Suprema.