Destino
Panamá en Europa
Para vender exitosamente un destino, apremia primeramente conocerle. Y estar al corriente va mucho más allá de pautas publicitarias. Se impone que se enhebre del destino con
Para vender exitosamente un destino, apremia primeramente conocerle. Y estar al corriente va mucho más allá de pautas publicitarias. Se impone que se enhebre del destino con frenesí, cubriendo sus atractivos, grilletes culturales y particularidades. Fue con eso en mente que dicté mi conferencia “Por Qué Panamá” frente a un público de académicos, empresarios, especialistas en turismo y curiosos la semana pasada en diversas plazas de la Península Ibérica.
Apremia, en adición a exposiciones, llevar a cabo frecuentes pesquisas para saborear la presencia de un destino en determinado mercado. Fue así como me adentré a una sucursal exclusivamente bibliotecaria del Corte Inglés en la plaza frente al palacio real en Madrid. Para los lectores que desconocen, el Corte Inglés es el mayor almacén en España, con un sinnúmero de sucursales por doquier, que además cuenta con una cadena de agencias de viajes de reciente incursión en Panamá.
Cual fue mi sorpresa al acercarme a la sección de turismo en el segundo piso, dotada de riquísima selección de tomos que cubren desde las gastronomías locales hasta crónicas de viajeros sorprendidos por un sinfín de destinos. ¿Libros sobre Panamá? Solo dos tristes, flacuchentos y obsoletos pasquines cuyas telarañas reflejaban su desuso y abandono.
Sin embargo, algunos sitios en España sí lo tienen claro. Al acercarnos a Jerez de los Caballeros, ciudad templaría en la sureña provincia de Extremadura para presentarle a la alcaldesa Margarita Pérez Egea nuestro saludo y copias de algunos de mis recientes escritos publicados en la revista Elitedel Club Unión, Competitividad Ejecutivade Apede y Vivir Másdel diario La Prensasobre su más célebre ciudadano, Vasco Núñez de Balboa y el entorno geográfico provincial y de su pueblo natal; cuál fue mi sorpresa al encontrar en el Palacio Municipal sobre la entrada del Ayuntamiento, solemnemente ondeando las banderas de la Unión Europea, de España, de Extremadura y de Panamá. Y es que la airosa alcaldesa decidió que durante este año, en conmemoración de los 500 años del descubrimiento del océano Pacífico, nuestra bandera estaría presente acompañando las otras de la colectividad, so pena de multa (si un político de mayor jerarquía decide optar por aplicarla, que conociendo España, no creo se dé el caso).
Agradeciendo el gesto, pienso que tal vez lo único infausto es que pocos saben que esa bandera es la de Panamá.
El sábado 12 de octubre, Día de la Hispanidad, fui honrado al ser inducido a la Real Asociación de Caballeros de la Virgen de Guadalupe, patrona de España y reina de la Hispanidad en el Real Monasterio de Guadalupe en Cáceres.
En esta imponente basílica, que data de 1389, fue donde Cristóbal Colón se acercó a la reina Isabel La Católica a solicitar los fondos para la travesía que le llevaría a las Américas y donde posteriormente fueron bautizados los primeros indígenas que el descubridor condujo de vuelta a España. La reina Isabel, fiel devota de la Virgen, se encontraba en el monasterio agradeciendo la expulsión de los moros de España. Durante la posterior procesión a la ceremonia de inducción me honró portar la bandera tricolor, que este año por celebrarse la hazaña de Balboa, quebrantó el protocolo y se ubicó, no con el raudal, sino al lado de la bandera española, liderando las efemérides. Los que no sabían se enteraron que en efecto la tricolor era la bandera de Panamá y que el caballero que gallardamente la portaba era ciudadano del Istmo.
Estos granitos de arena, acompañados de una colección de libros sobre turismo en Panamá que nuestras autoridades deben generosamente incentivar, complementan nuestra quijotesca labor como Marco Polo panameño en diversas latitudes y la fecunda campaña publicitaria de la Autoridad de Turismo de Panamá, apoyada en Europa por la agencia publicitaria Promotourist, gema que brilla por su loable labor en dar a conocer las bondades de nuestro paraíso y que no me abandonó en ningún momento, desde una concurrida conferencia de prensa a mi arribo a Barcelona, reuniones y conferencias en Catalunya, Sevilla y la capital española, hasta despedirnos en Barajas, aeropuerto municipal de Madrid.
Mucho trabajo queda por delante en turismo, tanto afuera como adentro. Nuestras pesquisas en España, sin duda uno de los líderes mundiales en el ramo, enriquecen los detalles y rascan el cerebro con nuevas iniciativas que ojalá pronto sean realidades. Conversando con los tripulantes de Iberia, que por su particular faena sí saben del tema, durante la larga travesía de vuelta, me contaron que ante su prisma Panamá ya no está tan barato nada. ¡Ojo con el turismo de compras!
Concluyó nuestro periplo, con el relato de nuestras andanzas ante cientos de animosos estudiantes de Turismo de la Universidad de Panamá antier: conocimiento de idiomas, actitud e iniciativa fueron los temas martillados a los futuros líderes de la industria que más aporta al desarrollo nacional.

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